Pese a las presiones inflacionarias y a la baja demanda, el 94.5 % de las micro y pequeñas empresas (mypes) salvadoreñas se encuentra optimista y espera que la situación económica de sus negocios se mantenga estable o mejore en los próximos meses, según indica el más reciente estudio del “Índice de Confianza Mype” realizado por la Fundación de Apoyo Integral (FUSAI).
Francisco Góchez, investigador de FUSAI, explicó que el índice incluye 944 entrevistas a micro y pequeñas empresas, de las cuales un 84.8 % calificó que la actividad de su negocio se mantuvo estable y favorable en el segundo trimestre, frente a un 15.2 % que dijo que fue desfavorable.
Las perspectivas para la segunda mitad del año son aún más positivas. El índice revela que el 36 % de los empresarios encuestados espera que la situación económica para el siguiente trimestre siga igual y un 54% que sea favorable. El índice arrojó un balance positivo de 55.6: equivalente a que por cada empresario que espera un tercer trimestre desfavorable hay 11 que esperan un periodo mejor que el trimestre finalizado.
En el primer trimestre del 2022, la confianza empresarial se vio minada por un cóctel de crisis que incluye el incremento de precios en materias primas, desarreglos de la cadena de suministro mundial y disminución en la capacidad de compra de los consumidores.
Si bien estos riesgos se mantienen, el porcentaje de las mypes que cree que la situación para sus negocios será desfavorable pasó de un 6.5 % a 5.5 % para el próximo trimestre.
De esta manera, el “Índice de Confianza Empresarial” se sitúa en 103.1%, incrementando en 0.1 puntos porcentuales, respecto al primer trimestre 2023.
Sin embargo, Góchez alerta sobre la especial atención que requiere el indicador a nivel de segmentos de mercado y sectores económicos, dado que la dinámica a niveles específicos presenta desempeños distintos, llegando en algunos casos a mostrar alertas de confianza neutral, lo que equivale a que los empresarios consideren que no es un momento propicio para incrementar la producción, contratar personal o incrementar los inventarios; pues no advierten mayores cambios en el comportamiento de los negocios en los próximos meses.
Factores determinantes
Ante este escenario, Dimas Quintanilla, presidente de la Junta Directiva en la Sociedad de Ahorro y Crédito Integral, moderó un espacio de análisis sobre los resultados de la investigación y los inhibidores del desarrollo de las mypes salvadoreñas. En el panel participó Rafael Pleitez, economista jefe del PNUD El Salvador; y Carlos Acevedo, expresidente del Banco Central de Reserva (BCR).
De acuerdo con Pleitez, aunque el sector se mantiene optimista la economía se ha ralentizado. A la vez, enfatizó en que hacen falta políticas gubernamentales que estimulen el crecimiento inclusivo y que brinden apoyo en factores determinantes, como: financiamiento para inversión en innovación y capacitación en temas digitales para cerrar brechas.
Por su parte, Acevedo explicó que la actual crisis inflacionaria se diferencia de la observada en 2009 porque hace una década hubo una fuerte recesión derivada de choques financieros internacionales.
“Estamos indiscutiblemente en un período caracterizado por el aumento de precios mientras que la dinámica económica desacelera. Esa combinación, de esos dos elementos, por supuesto, que impacta a una economía como la salvadoreña. La inflación si algo tiene de característica es que le afecta a todo el mundo, afecta el poder adquisitivo, y las personas que reciben rentas fijas ven un deterioro de sus ingresos”, puntualizó.
El panelista señaló, además, que las empresas buscan protegerse con menos compras de materias primas por el temor a que los precios bajen, pero sus inventarios tengan insumos adquiridos a un mayor precio.
“Siempre llama la atención el clima predominantemente optimista de los micro y pequeños empresarios. Yo diría que es bastante aguerrido el comportamiento, cualquier otro sector seguramente estaría arrojando respuestas mucho más negativas”, añadió el economista.
Mientras que, Quintanilla recalcó la importancia que tiene el desarrollo de esquemas de soluciones financieras que apalanquen el crecimiento de las mypes, más allá del desembolso de financiamientos.
“Desde Integral sabemos la importancia del acompañamiento que merece el sector. Estamos en un clima de digitalización en el que tenemos que brindar soporte con capacitaciones, análisis y seguimiento completo. No se trata solo de desembolsar el financiamiento”, concluyó el presidente de Integral.
3 DIFICULTADES PARA LAS MYPES
1- FINANCIERAS
EL ACCESO A FINANCIAMIENTO SE MANTIENE COMO UNO DE LOS OBSTÁCULOS PARA EL 35 % DE LAS MYPES.
2- COMPETENCIA
UN 50 % CREE QUE ES EL AUMENTO DE LA COMPETENCIA.
3- DEMANDA
UN 31 % VIO DISMINUIR SU DEMANDA.