Alcanzar un doctorado es un desafío que exige dedicación y equilibrio en todos los aspectos de la vida. Para Lucinda Quintanilla, Laura Chavarría y Mercedes Avelar, estudiantes del programa de Doctorado en Innovación y Tecnologías Aplicadas a la Educación en modalidad virtual de la Universidad Gerardo Barrios (UGB), esta experiencia es una combinación de pasión por el conocimiento y un compromiso profundo con el cambio social y educativo.
Inspiración desde el hogar y el aula
Para Lucinda Quintanilla, docente de Comunicaciones, su deseo de avanzar en el campo de la educación responde a una vocación profesional y al anhelo de inspirar a su hijo a perseguir sus sueños. “La educación ha sido mi camino para superarme y aportar a la sociedad”, explica.
El proceso, sin embargo, implica balancear su rol de madre, esposa y estudiante. “En mi caso, mi esposo y yo nos dividimos las tareas cuando estamos en clase. Él también está estudiando el doctorado, y juntos nos apoyamos para sacar adelante nuestras metas”, comenta.
En este sentido, Quintanilla aspira a que su investigación de doctorado no solo beneficie a su entorno inmediato, sino que sea un modelo replicable en otras instituciones o países.
Inspirada por figuras como la doctora Marisol Cano y Alice Driver, enfatiza la importancia de más mujeres en la investigación educativa, aportando una perspectiva diversa e innovadora. Su consejo a otras mujeres es claro: "acepten el reto de convertirse en profesionales competentes y de impacto global".
Compromiso con la transformación social
Desde joven, la docente investigadora Laura Chavarría desarrolló una pasión por la enseñanza y la transformación social, lo que la impulsó a iniciar un doctorado en educación. Su objetivo: profundizar en temas como la inclusión, la equidad y el uso de tecnología en la educación, áreas que considera esenciales para un sistema educativo más justo y efectivo.
Compaginar los estudios con su vida profesional y personal ha sido un desafío constante. "He aprendido a organizarme y a priorizar mis tareas, además de contar con el apoyo invaluable de mi familia", comparte. Los principales retos incluyen la autocrítica y la gestión del tiempo, factores que, según ella, son comunes en el ámbito académico.
Su investigación se enfocará en crear un modelo de evaluación para proyectos de integración tecnológica en la formación de enfermería, específicamente, a través del estudio de caso del proyecto "SmartNurse", un esfuerzo que espera impacte positivamente la educación en salud.
"Confío en que este modelo permitirá optimizar el uso de herramientas tecnológicas y mejorar la preparación de futuros profesionales. He tenido la bendición de contar con varias mujeres inspiradoras en mi vida académica, desde mis superiores y compañeras de trabajo hasta investigadoras destacadas en el campo de la educación. Sus trayectorias me han motivado a perseverar y a seguir adelante, incluso en los momentos más desafiantes. Su apoyo y ejemplo han sido fundamentales para mi desarrollo personal y profesional", dice.
A otras mujeres que están considerando un doctorado, les diría "que se embarquen en esta aventura. Es un camino árido, pero gratificante. No duden en buscar apoyo y rodearse de personas que las inspiren y motiven. La perseverancia y la autodeterminación son clave".
Innovación y bienestar estudiantil
Por su parte, Mercedes Avelar, psicóloga y docente universitaria, encontró la pasión por la educación y la resolución de problemas en un mundo en constante cambio, lo cual la motivó a cursar un doctorado en educación.
"Quiero fortalecer mis capacidades de investigación y responder a los retos de inclusión, equidad y tecnología que enfrenta nuestro sistema educativo", expresa.
Para equilibrar sus estudios con su vida profesional y personal, utiliza una agenda que le permite priorizar tareas y aprovechar el tiempo al máximo. Entre los principales desafíos ha enfrentado el ritmo intenso del estudio y el compromiso con publicaciones académicas.
A través de su investigación, titulada “La influencia de la música en el estado de ánimo de los estudiantes universitarios: un estudio sobre el uso de la tecnología para la regulación emocional y el logro de resultados académicos satisfactorios", Avelar busca ofrecer herramientas tecnológicas que contribuyan a su bienestar y rendimiento académico.
Quienes la inspiran son figuras como la Dra. María Isabel Rodríguez, la Dra. María Montessori, su madre y sus cinco hermanas. "Tener un círculo de apoyo es muy importante en un proceso de formación doctoral, ya que se convierten en una motivación cuando ya no se quiere seguir, es ese soporte o pilar que sostiene emocionalmente en esos momentos duros de estrés y desaliento. La familia, amigos y colegas, ayudan a mantener el equilibrio mental, para no desistir", concluye.
Liderazgo UGB
Estas historias reflejan el compromiso de las mujeres en la academia y su aporte al cambio social. La UGB, con su programa de doctorado, se convierte en un espacio donde se forjan futuros líderes en educación, contribuyendo al desarrollo de un sistema educativo más inclusivo, equitativo y adaptado a los desafíos actuales.