En lo alto de un cerro sagrado de Lima, doce chamanes colocaron este viernes hojas de coca en una olla de cerámica sobre una fogata para neutralizar a los jugadores australianos que enfrentarán el lunes a Perú por un anhelado cupo al Mundial de Catar-2022.
Vestidos con coloridos atuendos tradicionales de lana, los 12 indígenas de la sierra andina, de la selva y de la costa de Perú rogaron al 'Tayta Inti' (Padre Sol) y a la 'Pachamama' (Madre Tierra) ante las fotografías de ambas selecciones, tres días antes del decisivo partido en Doha.
"Al arquero de Australia le hemos hecho un ritual para que esté en mala posición y truncado, y así sea el gol accesible en su portería", dice a la AFP el chamán Miguel de los Santos.
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Un colorido altar tradicional fue levantado sobre la nublada cima del desértico cerro San Cristóbal, a 300 metros de altura, desde la cual se observa la zona central de Lima. Se trata de un "apu", un lugar de culto y adoración que domina un valle, que sirve de sitio ceremonial desde antes de la llegada de los conquistadores españoles a Perú en el siglo XVI.
"Hemos visto que hay alegría en el pueblo peruano. Se ve al Perú en el Mundial", indica a la AFP el chamán Walter Alarcón mientras oficia el conjuro ancestral destinado a anular la eficacia del enemigo.
Patas de lagarto
Igual que hace cuatro años, Perú se encuentra de nuevo al borde de un ataque de nervios a la espera del duelo ante Australia.
Ambas selecciones jugarán en el estadio Ahmad Bin Ali de Al Rayan, al oeste de Doha, y el ganador se sumará al Grupo D del Mundial, donde esperan Francia, Dinamarca y Túnez.
Los chamanes levantaron un balón de fútbol con los colores peruanos (rojo y blanco) y una camiseta con el número 9, la del artillero ítalo-peruano Gianluca Lapadula, el "Bambino".
"Le tenemos mucha fe a Lapadula, por eso lo hemos levantado para que pueda meter el gol", dice a la AFP la curandera Ana María Simeón.
Sobre coloridas mantas de lana extendidas sobre la tierra los chamanes pusieron naranjas, mandarinas, bananas y manzanas. Además, echaron granos de maíz y otros cereales andinos sobre conchas de mariscos.
Sobre la fotografía de la selección peruana, los curanderos arrojaron flores amarillas, hojas de coca y agua perfumada para darle buenas vibras.
"Agarre la camiseta, maestro", repetía uno de los chamanes mientras esta prenda era colocada sobre la foto del cuadro peruano en medio del sonar de unas maracas.
En cambio, la foto del combinado australiano fue puesta de cabeza, y le clavaron espadas de acero y pusieron encima patas de lagarto.
"Secretos mágicos"
Uno de los chamanes sopló una caracola a modo de trompeta al inicio de la ceremonia matinal en este "apu" situado entre las nubes que cubrían Lima, algo usual durante los meses del otoño e invierno austral.
"Hemos neutralizado en juego de Australia utilizando animales que se arrastran y muñecos para que estén confusos en la cancha. Este conjuro llegará hasta Doha", dice el chamán Alarcón.
"Hemos realizado el ritual del triunfo previa tomada de ayahuasca", agrega.
La ayahuasca es una bebida tradicional de la Amazonía extraída de una liana del mismo nombre, también conocida como "soga de los espíritus", que produce efectos alucinógenos.
"Le hemos dado la fuerza a la selección para que pueda meter los goles que necesita para poder pasar al mundial, aunque se va a luchar bastante en el partido", explica la curandera Simeón.
"El partido va estar bien guerreado, tendrá muchas tarjetas. Parece que el partido podría definirse en los penales" agrega la mujer, que vestía un traje ancestral blanco y rojo que tenía estampada la frase "Te amo Perú".
La curandera afirma que los australianos "tienen también sus secretos mágicos que piden para poder ganar" y "han utilizado espinas y espadas para neutralizar a los jugadores peruanos".
Perú sueña con ira a un segundo mundial consecutivo tras clasificar a la cita de Rusia-2018, también bajo la conducción del argentino Ricardo Gareca, después de una ausencia de 36 años.
Australia y Perú sólo han jugado una vez entre ellos, en la primera ronda de Rusia-2018, en un partido que terminó con victoria 2-0 de los sudamericanos.