¿Qué hace el sonsonateco Chelo Arévalo, campeón de Roland Garros 2022, antes o después de un partido? Pero, sobre todo, como tenista profesional, ¿a qué dedica su tiempo cuando está disputando un Grand Slam?
Cualquiera atleta al alto nivel suyo, dedicaría su “full” tiempo a estar concentrado, a entrenar fuerte, a no distraerse, a no salir a conocer lugares o a pasear. Sin embargo, el salvadoreño se reconforta de otra manera, que de paso lo ayuda para recargar energías y tomar buenas vibras.
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La raqueta número uno de El Salvador ha compartido, en sus redes, vídeos en los que se lo ve cuidando a su pequeño hijo Marcelito Junior. Pero, más que nada, velando su sueño. Eso lo disfruta al máximo y es un gesto notable como padre, porque aunque es su obligación y responsabilidad, se regocija en vivirlo.
Recientemente, en el US Open, Chelo posteó un vídeo en sus historias, en el que se lo ve descansando, aunque su rostro refleja cansancio. Pero cuando mueve la cámara, se ve que tiene a su lado a su pequeño, en el coche de bebé, durmiendo. Su cara cambia a felicidad.
El menor de los Arévalo ya ha tenido esta misma acción en otros eventos. De hecho, pasó lo mismo en el Roland Garros, previo a uno de los partidos más importantes antes del título, en los que estaba junto a la cama de su hijo, y mientras "Chelito" dormía, él lo cuidaba. “Da mucha paz ver dormir a los hijos”, comentó en aquella oportunidad a CANCHA.
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Es de recordar que, como el mismo tenista lo ha dicho, viaja con su familia a todos los eventos y su hijo tiene dos años, por lo que lo acompaña a la mayoría de torneos. No solo eso, también ha estado en el campo cuando ha recibido trofeos, y ha escuchado sus discursos como cuando ganó Roland Garros en dobles masculinos o como cuando fue subcampeón del US Open 2021, en el dobles mixtos.
Siempre lo ha manifestado Chelo que quiere que su hijo sea partícipe de su historia y que, cuando crezca, tenga en su memoria o retentiva el recuerdo de todo lo que vivió su papá. De toda la leyenda que escribió para el tenis blanco salvadoreño. Un grande.