Fue una promesa que nació por casualidad durante la Copa América 2021, la piedra angular del éxito en el proceso de Lionel Scaloni. Algunos de los referentes de la selección argentina estaban ubicados en sus habitaciones y comenzaron a jugar con un mazo de cartas para matar el aburrimiento. Había que adivinar cuál saldría. Lentamente, comenzaron a convencerse de que era una señal y más después de la que eligió por azar Lionel Messi: el cinco de copas.
La Pulga, que había perdido cuatro finales con la selección argentina, buscaba romper esa mala racha. El torneo que se celebró en Brasil, finalmente, fue el que abrió el portal. La quinta copa fue la vencida. Y aquellos participantes de la velada coincidieron en que debían tatuarse la baraja que les tocó.
“El cinco de copas me tocó. Pero me lo voy a hacer…”, reconoció Messi entre risas en el documental “Sean Eternos: campeones de América” que estrenó Netflix antes del Mundial y repasó el título en la Copa América. Y cumplió en las últimas horas.
Una foto de Leo con Rodrigo De Paul y un fanático descubrió el misterio. Sobre esa pierna que se pintó completamente de negro a finales del 2016, el actual futbolista del PSG se dibujó en blanco un escudo de la AFA con tres estrellas encima y debajo el cinco de copas correspondiente, porque así lo definió el azar aquel día en la concentración argentina.
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Si bien no se sabe exactamente cuándo inmortalizó en su piel estos nuevos tatuajes, sí queda claro que fue luego del encuentro contra Panamá. Casualmente, durante el acto que la AFA realizó en la mañana del sábado para denominar el predio de Ezeiza bajo el nombre de Lionel Messi, el capitán de la Albiceleste lució una venda en esa zona. En el entrenamiento de ese fin de semana, también tuvo una cobertura.
En el documental que reflejó el camino al título en la Copa América quedó demostrado que Nicolás Otamendi y Papu Gómez fueron los primeros en cumplir la promesa. El defensor se hizo el 7 de espadas y el mediocampista el ancho de bastos.
“Si adivinás una de diez, ganamos la Copa. Empiezo a tirar y no acertaba hasta que me toca la última. Digo ancho de basto y le pego. Quilombo, gritos, abrazos, ‘ganamos la Copa. Listo, es esta’. La energía, el aura”, había planteado el Papu a sus compañeros para iniciar este juego. “Le toca a Otamendi, lo mismo, le pega”, agregó por entonces.
Y llegó el momento de Messi: “Le toca a Leo. Va tirando cartas y le fue errando. Él había perdido cuatro finales con Argentina, cuatro copas. Le pegó y dijimos, ‘listo, no podemos perder’”.