Si bien es cierto que son modalidades distintas las de fútbol once y playa, el amor por el deporte es único y llena a los apasionados. Muchos lo juegan sin esperar nada a cambio, pero en la actualidad los jugadores “piden más premios” por jugar que lo hacen “por disfrutarlo”.
Eso es lo que, en sus redes, reflexionó Homer Velásquez, hermano de Frank el de la Selecta, y quien ha sido impulsor de la modalidad en el país. Además, es un conocedor de lo playero que hasta ha sido parte de cuerpos técnicos de las selecciones de Guatemala (auxiliar) y de República Dominicana (DT).
El de la Barra escribió: “En aquel tiempo (antes), era difícil ponerse un par de tacos, patear un engramado digno, tener uniformes bonitos, jugar con balones de marca, andar ‘tipito’ (bien vestido)”.
“Recuerdo que para jugar se pagaban ₡10 colones por tiempo; y después, $1 dólar (por la dolarización); (y) si querías jugar los dos tiempos, había que pagar $2 dólares. Pero eso nos hacía tener más amor al fútbol y al equipo, aunque fuera un amistoso y uno mismo pagara por divertirse. Dolía perder”, complementó Velásquez.
En su publicación, complementó: “Las canchas malas (antes), con mucho lodo, barro, piedras, duras y aún así muchos jugamos descalzos, sin quejarnos tanto. Es que era tan lindo jugar fútbol que no te acordabas si comías, a veces eran tres juegos al día: no desayunabas, ni almorzabas, tal vez unos pastelitos (risas)”.
“Recuerdo que, antes, los domingos primero (era) madrugaba a ‘jaibiar’ (sacar del agua las jaibas). Remaba más de siete kilómetros y después, cuando llegaba, agarraba la bicicleta y a jugar. Todo era un vicio por amor al fútbol, nadie pagaba porque uno jugara”, rememora Homer, el exseleccionador de los caribeños.
Consultado sobre el por qué de su escrito, se sinceró: “Recordé eso después de ver a (Christian) Pulisic hablar del mal estado del Cusca, y recordé a mi gran ídolo de todos los tiempos Diego Armando Maradona, que ese jugaba donde fuera por amor al fútbol. Recordé el pasado mío y de mis compañeros, que ahora tienen mi edad. Cuando comencé no tenía tacos, jugaba ‘chuñia’ (descalzo), y de niño -en las juveniles- íbamos a jugar a canchas empedradas, sin monte, puro barro, pura piedra, descalzo, y todo era por jugar un vicio (el fútbol)”.
El hermano del 11 de la Playera también posteó: “Ahora en día, te traen a tu casa, te llevan a comer bien, te pagan dólares, te dan los mejores zapatos, te ofrecen hasta $100 por gol y no les gusta el fútbol. No lo juegan, no lo disfrutan, y les da lo mismo perder o ganar. Muchos bien vestidos, buenos zapatos, pero no saben qué es diagonal o filtrar un balón, y peor saber qué es el toque, toque. Estamos perdiendo la alegría y el amor al fútbol hasta en los cantones”.
Para Homer, ahora “todos lloran si los golpean, si se enlodan y si no les dan dinero no se juega. Vamos mal en el fútbol”, escribió. Y no solo lo dijo por el jugador de Estados Unidos, también señaló que lo “inspiró al ver dos muy mal juegos de la Barra en fútbol playa”.
“Perdimos el invicto y el liderato (con la Barra), ver al equipo sin idea, sin alegría, tosco, sin resistencia o el capricho que se saca por amor a su equipo. Después de eso, los jugadores no se presentaron a entreno, entonces pude notar que ya no juegan por amor, no les importa su equipo, su cantón, da igual perder o ganar donde sea”, afirmó.
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El jugador barreño y líder de los proyectos playeros en su comunidad, de donde han salido varios playeros mundialistas como su hermano, manifestó lo que muchos callan. Y fue claro en que, si se sigue esta línea, el fútbol nacional decaerá como la Selecta.
“Al resumir todo, me doy cuenta de que antes uno luchaba por jugar en Tercera, Segunda y no se diga en Primera División, con jugadores en Tercera que eran mejor que muchos de Primera. Pero uno luchaba por quedar. Ahora, los equipos desaparecieron, muchos porque ya los jugadores no les importa ascender. Los cantones no sacan buenos jugadores, se ha perdido mucho el espíritu de juego, y así lo que pasa en cantonal es igual que en la Liga Mayor y Selección. Es un bajón general en el fútbol nacional”, expresó.
“Es la realidad, es algo que viví y muchos lo vivieron. Y hoy da tristeza ver el fútbol”, cerró un inspirado Homer. Sus palabras espera que impulsen a los jugadores a mejorar y a luchar en cualquier nivel en el que militen.