Lo que debió ser un partido que aparte de lo competitivo, era formativo para chicos entre 9 y 10 años de edad terminó en una batalla campal protagonizada por los árbitros del encuentro. Y es que de manera repentina, los enlutados se fueron a los golpes ante la sorpresa de todos.
Los equipos Cherry Creek y Legend Blue, integrados por alumnos de cuarto grado estaban jugando el último período del partido en el Gold Crown Field House, en la localidad de Lakewood, Colorado, cuando la relativa normalidad del juego fue interrumpida, según consigna Infobae.
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En el clip capturado por una plataforma de streaming se observa cómo uno de los árbitros del encuentro aprovechó el tiempo muerto para atacar a su colega, dándole un golpe en el rostro. El referí cayó al suelo con otro de sus compañeros que intentaba calmar los ánimos. Al reincorporarse, el juez agredido intentó hacer justicia por su cuenta.
A pesar de lo escandaloso del incidente, no terminó de escalar porque otros espectadores intervinieron para evitar que la gresca pasara a mayores. Lo curioso es que el cuarto árbitro, sin soltar la pelota de su mano, se quedó mirando la escena.
"Nuestro staff removió a los tres árbitros de sus funciones. Le hemos notificado de manera individual a los árbitros contratados que han sido suspendidos de manera indefinida para trabajar en la Gold Crown Foundation”, dijeron desde la organización, que trabaja con chicos entre 6 y 20 años, juntando a más de 15,000 niños y adolescentes cada año.