El Salvador y Perú, dos selecciones apoyadas en la ilusión de sus respectivos proyectos hacia el Mundial del 2026, se encuentran esta noche en la capital de Estados Unidos para la medición de fuerzas entre un cuadro de gala que Hugo Pérez obtuvo como resultado de la última eliminatoria en Concacaf, y un plantel repleto de estrellas al que Juan Reynoso busca robustecer de cara a sus desafíos en la Conmebol.
Dos países que no suelen encontrarse mucho en canchas de fútbol chocan hoy en el Audi Field de Washington, D.C., a tres años del sorprendente 2-0 que la Selecta se adjudicó en su último encuentro en el RFK Memorial de esta misma ciudad, con autogol de Miguel Trauco y un feroz contragolpe hecho gol por el quezalteco Óscar Cerén.
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De aquel equipo, poco queda en la Selecta que hoy comanda Hugo Pérez, dos Copas Oro y una eliminatoria mundialista después y que ha dado un vuelco casi total con respecto a la idea de juego de aquellos días.
Tras la última Octagonal, la Azul y Blanco se afirmó como un equipo que, pese a sus grandes limitaciones, seguirá apostando por la posesión de balón, la explosión de talento y las combinaciones para hallar espacios en campo rival. Preceptos que seguramente se trabajaron disciplinadamente en los últimos ocho días en el campamento que el seleccionador montó en Fairfax, Virginia, y que hoy deberían rendir frutos más tangibles.
Tras un año caótico para El Salvador a nivel de selecciones, al ciclo de Pérez ya se le piden de resultados con otro peso y sabor a los que cosechó hace más de un año en su arranque. El exmundialista con Estados Unidos aún no gana como DT ante rivales externos a Concacaf, luego de dos derrotas frente a Qatar (0-1 y 2-3) y Chile (0-1) y un empate contra Ecuador (1-1).
Esta vez y como en pocas ocasiones, Hugo Pérez pudo contar con casi toda la base del equipo del que dispuso en la pasada eliminatoria, con las únicas bajas por lesión del guardameta Mario González y el mediocampista Bryan Landaverde. Ambas ausencias le abren la puerta de la titularidad a Tomás Romero, pujante arquero del LAFC y la MLS, y a Alex Roldán, quien, junto al zaguero Eriq Zavaleta vuelven luego de una dilatada ausencia por decisiones más bien personales.
La dupla de centrales Cabalceta-Zavaleta verá su primera aparición en defensa en un hipotético 4-3-3. De arrancar con su 3-5-2 a ratos experimental, se les uniría Ronald Rodríguez y eso restaría un nombre a la importante gama de variantes en la media y el ataque, que hoy cuentan con Jairo Henríquez, inspirado en el Switchbacks de la USL, Kevin Reyes, recién adaptado al Alashkent armenio, y Enrico Dueñas, renacido en el Cartagena de la segunda división española, como sus ases.
Todo el poder
Si bien Perú todavía atraviesa el choque de su relevo técnico, los integrantes de esta primera convocatoria del ‘Cabezón’ Reynoso todavía no dan la sensación de una necesidad inmediata de recambio generacional, aunque eventualmente así sea, como en todo conjunto.
El técnico andino avisó de rotaciones en el once que presentó el fin de semana pasado en la derrota ante Mexico (0-1) y podría darle oportunidad en la defensa titular a Aldo Corzo y Carlos Zambrano, y a Sergio Peña y Wilder Cartagena en la contención, aunque Renato Tapia y Pedro Aquino parten como favoritos para esa posición.
Adelante, Raúl Ruidíaz y Gianluca Lapadula representan el peligro máximo de una Perú que parte hoy como favorita para ganar, aunque para ello deba asumir mayor presión y sentido de obligación.