No hubo magia en el estadio Jorge González. El Salvador lo intentó, pero no pudo ante Trinidad y Tobago, que se terminó llevando los tres puntos (2-3), dejando casi sin margen a la Selecta, para seguir creyendo en la clasificación, quedando junto a Curazao como los últimos del grupo, con cero puntos.
Pareció que el técnico Hugo Pérez aprendió la lección que dejó la derrota en Guatemala. Hoy no hubo espacio para la prueba y el error, porque no había margen para ello. El empate entre Guatemala y Panamá (1-1) obligaba más a salir por los tres puntos.
Manteniendo el 4-2-3-1, Alejandro Henríquez, quien debutaba con selección absoluta, y Dustin Corea fueron las novedades en el once inicial. Henríquez se paró en la lateral izquierda, Corea fue volante por la derecha. Otro cambio fue que Roldan inició como contención con Narciso Orellana.
El resto de jugadores eran los mismos que jugaron en el Mateo Flores, pero con una actitud diferente, que también impulsaba la afición salvadoreña que casi llenó el estadio capitalino. El Salvador tomó la iniciativa en el juego: teniendo más posesión de pelota, poniendo intensidad en el ataque, desbordando por las bandas y provocando ocasiones de peligro a gol.
Tres llegadas pasaron sin trascendencia, una causó doble peligro con un cabezazo de Corea y el remate de Tamacas, que ambas rechazó el portero Denzel Smith. Hasta que en un tiro libre, Amando Moreno centralizó al área y Zavaleta, quien la buscó de cabeza, para definir el primer gol cuscatleco (17’).
Explosión de alegría en el Mágico, al que continuó el grito de “El Salvador… El Salvador…”, aunque esto no duró mucho, pues en la primera llegada de los caribeños, Ryan Teller marcó con un zurdazo potente (22’).
Buena parte del estadio silenció, solo la banda de los Bichos Unidos se mantuvo tocando sus instrumentos, mientras la Selecta recuperaba la confianza para seguir buscando la portería rival, al que llegaron con peligro un par de veces más, una de ellas pegando la pelota en el larguero, con un taquito de Roldán (25’).
Trinidad se mostraba conforme con el empate, pues se plantearon a esperar a la Selección salvadoreña y contragolpear con los delanteros Malcolm Shaw y Andre Rampersand, quienes tenían mucha velocidad y exigieron a la última línea de la Selecta.
Pese al dominio de El Salvador, en casi toda la primera parte, algunos abuchearon al final del primer tiempo, mientras los salvadoreños salían cabizbajos hacia el camerino.
Sin embargo, en términos generales, las sensaciones eran buenas. Lastimosamente, Trinidad sorprendió a los cinco minutos se fue arriba en el marcador, con un penal que convirtió Malcolm Shaw, tras una falta de Zavaleta a delantero triniteño.
El Mágico se vino abajo, pero no el equipo. En otro momento de silencio en las gradas, rápido vino la reacción de El Salvador, tras un tiro de esquina que buscó Brayan Gil, quien en la segunda intensión remató de derecha (52’).
El estadio volvió al a vida y se escuchó el “Si se puede”. Algunos volteaban a ver al banquillo, mientras en la cancha se tenía un segundo tiempo parejo, con los caribeños más adelantados.
Era un duelo de propuesta y respuesta por parte de la visita, que en otro momento, que en otro momento donde El Salvador ofrecía más, Trinidad sorprendió con un cabezazo del central García (71’), que fue difícil de atajar para Romero. Ahora, el silencio se convirtió en críticas.
La Selección ya no pudo reaccionar a la tercera anotación, a pesar de los intentos estuvieron bastante cerca. A falta de diez minutos la afición empezó a salir del estadio, mientras muchos gritaban: “¡Fuera Hugo!”