En el día en el que El Salvador celebraba las medallas de bronce en Vela y Judo, en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, la Selecta mayor daba en fútbol una gran decepción, al perder 1-2 en la Copa Oro frente a Martinica.
Una derrota que complica muchísimo las aspiraciones de El Salvador para avanzar a la siguiente ronda. Los siguientes rivales son Costa Rica (viernes) y Panamá (el otro martes).
Con el apoyo de un buen número de aficionados salvadoreños en el estadio de Miami, quienes fueron mayoría en la doble jornada de ayer, por el grupo C;no fue suficiente para motivar a un Selección que mostró su peor cara en el primer tiempo, después de dos grandes fallos defensivos.
Brayan Landaverde fue la única novedad que presentó Hugo Pérez, en el once inicial, en comparación al que salió en el amistoso contra Corea del Sur, la semana anterior.
Se pretendía tener más control de la pelota, buscando explotar las incorporaciones por las bandas de Leonardo Menjívar y Kevin Reyes por los costados.
En los primeros dos minutos, dos aproximaciones que exigieron a la última línea de los caribeños, para rechazar la pelota. Jugadas que causaban buenas sensaciones y que en el estadio hacían aparecer el grito de “El Salvador... El Salvador...”.
Pero todo pasó a ser un espejismo, pues dos pelotas perdidas en ataque, una de Alex Roldán y otras de Harold Osorio, que permitieron a Martinica tener los espacios para atacar, en velocidad, y anotar por medio de Patrick Burner (11’) y luego de Kevin Fortune (16’), con dos tiros cruzados dentro del área.
El estadio se enmudeció. La Selección no tuvo capacidad de reaccionar y sufrió más, porque podía llegar el tercero, a buscar un descuento. A pesar de que en dos ocasiones, Landaverde exigió al portero rival (31’), con dos remates en el área.
Con el arco cerrado
Para el inicio del segundo tiempo, el técnico Pérez realizó tres sustituciones: Narciso Orellana, por Reyes; Jairo Henríquez, por Martínez; y Joshua Pérez, por Osorio; con el que se ganó presencia en ataque.
Facilitó un poco que Martinica se quedó con uno menos, por la expulsión del zaguero Jonathan Rivierez, tras un fuerte pisotón sobre Menjívar (48’). Honestamente, una decisión rigorista del árbitro mexicano Adonai Escobedo, quien no utilizó el VAR para revisarla.
La Selecta dominó el segundo tiempo casi por completo. Los caribeños ya no llegaron como lo hicieron en el primer tiempo, hasta el final de esta parte, con El Salvador completamente encimado buscando descontar.
Así también fueron apareciendo las oportunidades a gol, pero que tampoco se le sacó mayor provecho.
Quedará el sin sabor de una anotación que se le invalidó un tanto a Bryan Gil, quien había anotado en posición adelantada (65’).
También por el penal que Jairo Henríquez perdió, luego de que lo tapó el guardameta Yannis Clementa (81’), luego de que el VARlo sancionara, tras un jalón de camiseta sobre Christian Gil.
La cara seria de Hugo Pérez reflejaba la impotencia de los salvadoreños, de no poder hacer nada frente a los caribeños.
En tiempo de descuento, Bryan Tamacas, por fin, logró descontar con un penal, después de una mano del defensor Jean Claude Michalet (90+5’), que el portero estuvo cerca de rematar con los pies.
No hubo tiempo para más. Los salvadoreños abandonaron el estadio cabizbajo. Con muchas conclusiones en la cabeza.
Mientras los caribeños celebraban eufóricos un triunfo que para ellos puede ser hasta histórico.