Apenas dirigió un amistoso a la Selecta el entrenador Hernán "Bolillo" Gómez y me sorprenden comentarios como "más de lo mismo" dichos de manera pública en medios de comunicación. No soy quién para decir que tengo yo la razón, ni me interesa defender a nadie. Pero tampoco me interesa atacar a nadie.
Partiendo del supuesto que todo el mundo quiere que a la Selecta le vaya bien es que me atrevo a llevar a la reflexión que hay que tener paciencia. Lo sé, no hay tiempo, la eliminatoria está a la vuelta de la esquina, pero eso no es culpa ni de Bolillo Gómez ni de los jugadores.
Si lo que se quiere, como deporte nacional, es buscar culpables creo que no hay que obviar a los miembros de las comisiones de Regularización. Una, la anterior, por traer técnicos con poca y casi nula experiencia con selecciones nacionales, con un pobre currículum al respecto y que poco o nada dejaron. Y la otra, porque ya sin tiempo quiere ver qué rescata y es correr cuando aún se aprende a gatear. Al menos, a la actual Comisión se le vale la buena intención de buscar a alguien de experiencia comprobada, y que, en algún sector, ha devuelto cierta esperanza, además de intentar mantener buenas relaciones con las distintas instituciones deportivas involucradas.
Yo quiero que la Selecta vaya al mundial, no me mal interpreten, pero lo veo muy, muy difícil por la falta de tiempo para cambiar yerros históricos que no corresponden a Bolillo, y que no solucionarían ni Mourinho ni Guardiola ni nadie: falta de infraestructura, problema de nivel físico a nivel general de nuestros jugadores, falta de formación profesional de futbolistas y técnicos, entre muchos largos etc. que derivan en que un jugador no pueda cabecear un balón en un tiro de esquina porque mide mal, y otro pierde la marca, y todo termina en gol (como ocurrió con el segundo ante Houston Dynamo). Errores casi de amateur, pero no son culpa de los jugadores - o al menos no sólo de ellos -, es que esos errores son los que se cometen cotidianamente en nuestra liga. Y no es algo que Bolillo va a poder solucionar en dos meses de cara a las eliminatorias, es algo estructural. Podrá señalarlo, pero eso de medir la bola en el aire, a no perder las marcas, son cosas que se aprenden de niño.
Por eso me resulta curioso que la gente estalle en desesperanza por no ver ya cambios en la Selecta, como si esos cambios se pudieran hacer por arte de magia. Creo, más bien, que pesa ya la desesperanza nacional - no solo deportiva, sino nacional en general, la falta de héroes, de figuras a seguir. Le ponemos demasiada presión a un grupo de jugadores esperando que hagan milagros cuando no son magos.
Y, además, yo sí vi cambios en la Selecta: un grupo más compacto, y una forma de presionar que no se observaba antes. Luego, muchos errores, como siempre, y falta físico para aguantar ese modelo de presión alta. Pero al menos algo diferente ya comenzó a intentar Bolillo. El mejor ejemplo, el golazo de Jairo que surgió de una versión de Selección que no veíamos en el país con los recientes técnicos que pasaron por la Azul y Blanco.
La Selecta es una olla de presión pero también porque la gente se desquita con ella, porque espera peras de olmos y milagros de magos. Son futbolistas, ¡que en su mayoría juegan en la Primera División de El Salvador, por Dios, una de las peores de Centroamérica!, y con algunos que militan fuera, pero en ligas menores, o si están por ejemplo en MLS, apenas tienen protagonismo. No los estoy viendo de menos, no me mal interpreten, creo que hacen un gran esfuerzo jugadores como Nathan Ordaz, por mencionar a alguno, pero es un chico que apenas está empezando a mostrarse y a pelear por ganarse minutos y titularidad en Los Ángeles FC.
Todo el mundo está en su derecho de reclamar, pero creo que si quieren reclamarle a alguien, deberían empezar por los que han conducido al fútbol nacional en los últimos años y décadas antes que a un cuerpo técnico que empieza, o a un equipo plagado de chicos que están luchando por dar lo mejor dentro de las condiciones en las que han trabajado, que sabemos, no han sido las óptimas para estar soñando con el Mundial.
¿Digo con esto que hay que olvidarse del sueño mundialista? No soy quién para quitarle esperanzas a nadie, ni para dárselas. Solo insisto, pedirle al Bolillo que la Selecta ya juegue a algo diferente hoy ante Pachuca con apenas un partido disputado y 6 entrenos es demasiado. Ojalá y logre él una transformación que permita ir creciendo paulatinamente, pasar a la siguiente ronda eliminatoria sería ganancia. Venidos de estar en Liga B de Naciones de Concacaf, de sufrir con cualquier isla, de perder con Nicaragua, solo faltó que Belice nos goleara.
Ojalá y sigan unidas FESFUT, Primera, INDES, y se sume empresa privada para el sueño mundialista. Soñar es gratis, y para algunos quizás es de masoquistas, pero tirar veneno porque sí, por frustraciones históricas, me parece fuera de lugar, aunque cada quién puede tirar la primera piedra...
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