Nos traiciona el corazón, y somos humanos, salvadoreños. Todos (creo) queremos que la Selecta gane. Pero suponemos que por jugar contra selecciones de El Caribe se va a ir con el nombre El Salvador en la camiseta y va a ser fácil. No fue fácil ni hoy, ni ayer ni nunca. Esas goleadas de 7-0 sobre Islas Vírgenes y 12-0 sobre Anguilla son excepciones, no la norma. La norma ha sido que Jamaica nos gana, y a veces hasta por goleada, y que en algunas ocasiones se les ha vencido. La norma ha sido que con Trinidad y Tobago se tiene una serie relativamente pareja. La norma ha sido que sí, pues, se le gana en general a equipos del ranking 140 para abajo de la FIFA, pero también ha habido varios partidos en los que no solo se ha empatado con cuadros de esa clasificación, sino que hasta se ha perdido, y no ayer, desde hace días, años, décadas.
Nos traiciona el corazón y el inconsciente colectivo que quiere que sea verdad la parte de "la Selecta de todas es la mamá" de la canción de El Pájaro Picón Picón cuando la realidad es que la Selecta no ha sido la mamá de nadie, nunca, quizás Belice, y paremos de contar, porque ya ni Nicaragua, ni las "islitas" como se les decía despectivamente.
La realidad es esta, que se pierde con San Vicente y las Granadinas, y no es nueva, antes se perdió con Martinica, Haití, Jamaica, Trinidad, ¡Bermuda!, sí, Bermuda, se empató con Bonaire y Puerto Rico, y de milagro se ganaba en la segunda etapa de De los Cobos en El Caribe.
Hay, creo yo, pero puedo equivocarme, demasiada expectativa con entrenadores extranjeros, como si el entrenador fuera la solución, y cuando "no funciona", entonces lo convertimos en el problema. No pretendo defenderlo a David Dóniga, ya está grandecito, y hay muchas cosas que siento no ha sabido manejar, pero el punto es que él está aprendiendo en el país y se nos olvida. A quien la afición y periodismo deberían reclamarle con tanta fuerza como últimamente se pide la cabeza de Dóniga es a las Comisiones de Regularización y a los directorios pasados de la FESFUT, ahí está el problema, estructural.
Dóniga, recordemos, dirigió al San Miguelito y al 9 de octubre en Panamá, y fue asistente en la selección canalera, y aunque está bien, todo el mundo arranca desde abajo, no entiendo por qué se espera que haga milagros. Estuvo antes como asistente en el Qadsia SC y en el Málaga y en el Betis, y paremos de contar. Su primera Selección como entrenador principal es El Salvador. Acá está aprendiendo.
Y la agarró con una racha increíble - la peor de la historia nacional - de partidos sin ganar. Pero se espera que de peras el olmo y se crean muchas falsas expectativas cuando no se ha sembrado para cosechar. Antes se le ganaba al Caribe simplemente porque era contra equipos realmente, realmente muy muy malos; cuando salía uno medio serio, es decir que aún con jugadores amateurs se había puesto a entrenar a un grupo unos 6 a 12 meses, la Selecta igual sufría, ayer, hoy y siempre. Y cuando se enfrentaba contra los fuertes de El Caribe, muchas veces perdió. Esa es la realidad, y nos duele. Quizás por eso seguimos queriendo creer que deberíamos de ganar siempre a San Vicente y las Granadinas.
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