Quedarán para la historia. Para la de todos los atletas. Para todo un país. Y para una memoria colectiva única como ha sido la de los voluntarios de los Juegos C.A. y del Caribe de San Salvador 2023.
Así lo vivieron los jóvenes salvadoreños, quienes se convirtieron en voluntarios para esta justa. Así lo contó una voluntaria a CANCHA, quien terminó feliz y satisfecha por lo logrado en este rol de los Juegos.
Se trata de Inés Iraheta, quien desde diciembre de 2022 se enroló en empezar esta historia que ayer llegó a su fin. La voluntaria, fiel seguidora de BTS, la banda líder del K-Pop y apasionada del fútbol, se “enlistó” inspirada en sus ídolos musicales Jin y J-Hope, quienes se fueron al ejército a cumplirle a su país. Y ella le cumplió a ESA.
Durante más de 15 días en que duraron los Juegos, colaboró con delegados oficiales de varios países y con atletas. Al final, quedará para su recompensa una entrega de su mejor esfuerzo para el país.
“Me siento muy feliz de haber tenido esta experiencia y oportunidad tan grande como lo es el participar como voluntaria en los Juegos. Fue importante y me permitió conocer más personas con un alto cargo en diferentes áreas y países, el poder apreciar la cantidad de deportes y a los atletas dando lo mejor de sí”, comentó sobre su sentir.
Sobre qué significó, expresó: “Un tesoro, una experiencia inolvidable la cual Dios me ha permitido vivir a mis 20 años. Esta experiencia significa mucho para mí, porque me divertí junto a mis compañeros y con los mandatarios de diferentes países como Dominicana, Aruba, Panamá, Islas Vírgenes, Cuba, a quienes acompañé diferentes días”.
“Y el cruzarme con algún atleta e intercambiar palabras acerca de esta gran fiesta fue bonito. Aprendí mucho de deportes, idiomas y culturas distintas”, añadió.
Y fue parte de la fiebre de los pines: “Algo muy bonito que me gustó mucho fue la emoción y el agradable momento cuando intercambié pines con las diferentes personas. Fue algo especial”.
La voluntaria, estudiante de licenciatura en idiomas con especialidad en turismo, no se esperaba esta experiencia de diez. “Al principio, creí que iba a ser pesado y complicado, pero fue todo lo contrario. Los días pasaron volando y me adapté a esta oportunidad haciendo que fuera divertida e inolvidable”.
“El conocer a tantas personalidades oficiales y atletas me dio la oportunidad de desenvolverme como persona y de adquirir nuevos conocimientos”, se sinceró.
Finalmente, todo esto quedará grabado para su historia personal y a futuro en su carrera como profesional. “Quedará como una bonita y agradable experiencia, con nuevas amistades, y con mi mayor recuerdo: asistir a un juego de baloncesto”.
“Este momento único me motiva a querer seguir mis metas y propósitos, a superarme, a querer seguir participando como voluntaria en otros Juegos”, cerró. Una grande.