Los sueños siempre son en grande para los atletas. Y aunque las barreras a veces sean complejas, jamás se rinden o dicen "no" a poder lograrlos. Eso pasa con el jugador de bádminton salvadoreño, Uriel Canjura, quien está clasificado a los Juegos Olímpicos de París 2024. El cuscatleco luchará en la máxima cita deportiva por un podio que suena difícil, pero no imposible.
Será, además, el abanderado del país. "Justo me di cuenta cuando me desperté, por la diferencia de horas. Emocionado, un orgullo llevar el azul y blanco, y llevar la bandera nacional. (…) Me tomó por sorpresa, y estoy muy contento de lograrlo, porque esto es parte del trabajo que uno hace y llega en un gran momento para mi carrera", declaró Canjura a CANCHA.
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Por estos días, ha estado entrenando en República Checa, para llegar con un mejor perfil. Está entusiasmado por lo hecho en el año para estar listo para París.
"Estoy acá (R. Checa), terminando una base de entrenamiento, viajo a París el 21 (de julio). Voy a estar cinco, seis días en entrenamiento previo, para acostumbrarme al lugar, al clima que hace, y en esos días voy a estar listo para el día 27 empezar la competencia", sostuvo el 50 del mundo del ranking.
Estar en la cita olímpica, el de Suchitoto lo describe así: "Más que un sueño, era algo que deseaba, que quería cumplir, estar ahí, y ahora quiero ir a competir".
Y, justamente, irá a dar pelea: "Como me decía mi padrastro, los Olímpicos son como la graduación, y ahora que estamos dentro hay que competir. No todos tenemos la oportunidad de llegar a unos Juegos Olímpicos, es un privilegio estar ahí, así que ahora hay que ir a pelearlos", afirmó.
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"Es difícil, todos los partidos son duros, todos tienen méritos y me tocó un grupo difícil. Pero siempre hay posibilidades, vamos a pelear esa frase de grupos", añadió sobre la competencia de la que espera un "buen debut que dé confianza", para lo que sigue del evento.
En cuanto a ese objetivo de si se puede o no lograr un metal, es sincero: "Claro, por qué no soñar con una medalla. Pero estoy consciente de que tengo que trabajar mucho, para lograr una medalla olímpica. Tal vez, en la primera ocasión no sea, pero quedaría como experiencia para conseguirlo. Estando ahí, sabremos qué se necesita para lograr una medalla. Pero sí, se podría".
Ahora, Canjura ve atrás y las raquetas que a sus nueve años llevó su padrastro a casa valieron la pena. Ya estuvo en los Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires 2018, y ahora va a los de mayores. Llega de haber ganado una medalla Panamericana, en Santiago 2023 (bronce), y estuvo igual en los Panamericanos de Lima 2019 y en los Panamericanos Jr. de Cali 2021. Todo un ascenso. Y ahora, un sueño.