Chelo Arévalo no pierde la sonrisa ni calma a pesar del trajín vivido en los últimos días. De la locura en París a los festejos en El Salvador, hasta hoy en Alemania donde mañana debuta en el torneo Halle. Pero se hace su tiempo para atender a Cancha y platicar de su vida, el tenis y el futuro.
VER: ¿Cuál es el futuro y el techo de Marcelo Arévalo?
-Cuánto recorrido para llegar a lo más alto del tenis, Chelo.
-Je, recuerdo que desde pequeño mis papás me llevaban a los torneos de Miami, que eran los más accesibles que teníamos para llegar desde acá. Y yo les decía a mis papás que para mí era un sueño estar en el torneo ya como un niño, como espectador. Después, claro, uno quería jugar un partido aunque sea de la qualy (clasificación), de la primera ronda…
-Hasta el festejo con Rojer…
-Y la verdad que en ese momento nunca imaginé poder ganar un título.
-Tardaste en reaccionar, lo contaste en la conferencia y se vio en las imágenes. En el último punto, no te habías dado cuenta de que el partido se había terminado.
-Sí, pasaron como 10 segundos en los que no reaccioné, se vio en las imágenes. Mi compañero me dio como unas cachetadas, así como diciendo “ganamos vea”. Se te pasa todo por la cabeza, un sinfín de cosas: El esfuerzo de la familia, el esfuerzo propio, las horas de trabajo en cancha, las lesiones que se han tenido y superado. En ese momento no me lo creía, pero después me dí cuenta de que realmente lo habíamos logrado. Es el triunfo más grande de mi carrera y hemos dejado un gran legado en Roland Garros. Histórico, por ser el primer salvadoreño y centroamericano.
“En 2020 tomé la decisión de armar mi calendario enfocado al 100% en el dobles. Dije ‘voy a hacer mi carrera de doblista porque me tengo muchísima confianza que puedo ser uno de los mejores del mundo en dobles'"
Marcelo Arévalo, tenista salvadoreño, campeón de Roland Garros
-Recuerdo en 2016 en tus primeras clasificaciones en los Grand Slam, te tomabas fotos con los logos, como diciendo ‘estoy acá’, ‘voy a jugar un Grand Slam’.
-Sí. Hay algo muy bonito, el primer Grand Slam que yo participo, en la qualy de singles, fue el Roland Garros. Entonces, uno se tomaba fotos, que había llegado a Roland Garros. Era un sueño, todo tenista cuando empieza a jugar ya más serio, más profesional, esos son los torneos en los que uno quiere estar. Jamás imaginé que del 2016 al 2022 íbamos a estar en las Phillipe Chatrier, uno de los estadios más grandes del mundo, más prestigiosos, donde han pasado tantas leyendas, donde Rafa Nadal, el mejor de la historia, ha ganado 14 títulos ahí, entonces fue increíble.
-Entre todas las felicitaciones que recibiste, ¿hubo alguna que te sorprendió, ya sea del mundo del tenis o del deporte?
-Obviamente todas las felicitaciones para mí son importantes, le doy un gran valor a la gente que se toma el tiempo para escribirme, para saludarme. Pero me gustó mucho las felicitaciones que me mandó Mike Bryan, el mejor doblista de la historia, el que tiene más cantidad de títulos de Grand Slam, 18 si no me equivoco. El, con su hermano Bob, son los mejores de la historia. Recibir un mensajes de una leyenda del dobles, te da una motivación extra.
-Tus primeros partidos de qualy en Grand Slam fueron en singles, ¿cuándo se hace el quiebre y decidís dedicarte a la modalidad de dobles y por qué?
-Las cosas se fueron dando, no fue tanto que Marcelo Arévalo ya no quería jugar singles, sino que las cosas se dieron así. Cuando yo decido hacer un calendario ya enfocado al 100% en el dobles fue en el 2020. Antes era, voy a jugar singles este torneo y este otro, dobles. ¿Qué fue lo que fue pasando? Tuve mucho mejores resultados en dobles, entonces tenía la oportunidad de jugar torneos como Grand Slams, que en singles no los podía jugar. O, por ejemplo, quedaba eliminado en la qualy de individuales, y esa semana tenía que jugar un challenger en vez de un torneo ATP 500 o ATP 1000. Eso me fue llevando a tomar una decisión, recuerdo que la platiqué con mis padres y con mi hermano. Les dije, que yo lo que siempre había soñado cuando empecé a jugar profesional era jugar en los torneos más grandes del mundo, en los más prestigiosos, en las mejores canchas del mundo y ya podía estarlo haciendo por medio del dobles. Entonces ahí tomamos la decisión de decir ‘voy a hacer mi carrera de doblista porque me tengo muchísima confianza que puedo ser uno de los mejores del mundo en dobles’.
-¿Hubo alguien que haya influido en esa decisión o fue tuya?
-Fue una decisión propia al final, pero sí recuerdo que lo platiqué con algunos entrenadores y todos estaban de acuerdo que llevar las dos cosas a la vez era bastante difícil, por lo mismo de los calendarios. Porque no podías dedicarte a uno, a menos que el ranking en ese momento hubiese sido similar. Si Marcelo hubiera estado 50 en dobles y 45 en singles, ahí no hay ningún problema porque uno juega los mismos torneos. Pero no era mi caso. Fue agarrando opiniones, y vi mi futuro enfocado en el dobles.
“Voy a involucrarme más en trabajar con los niños, venir más seguido al país, traer a mi equipo de trabajo con el que yo viajo a los torneos para que puedan dar capacitaciones, para que puedan entrenar a los chicos por temporadas”
Marcelo Arévalo, tenista salvadoreño, campeón de Roland Garros
-No te equivocaste. ¿Y referentes del deporte de tu infancia, más allá de haber seguido siempre a tu hermano Rafael?
-Yo conocía el tenis y mi ídolo de la época era Andre Agassi, me gustaba mucho la energía que tenía, siempre andaba rápido por la cancha, gran devolución. Mi primera raqueta fue una de Agassi, la amarilla con rayitas negras. Él era mi ídolo de la época, después fui creciendo y surgieron mas jugadores, Federer por ejemplo, ¿cómo no querer a Federer?
-Y en aquel ‘famoso’ partido de Federer contra tu hermano en Beijing 2008 ¿A quién le ibas?
-Jaja, buena pregunta. Era duro pero iba con mi hermano, consciente de que estaba enfrentando al 1 del mundo (risas).
-¿Y otros deportes? ¿Te gusta el fútbol, cuál es tu equipo?
-Sí, en el fútbol nacional soy aficionado al Sonsonate, cuando estaba en la Primera División. Siempre los apoyé.
-Eras de ir al estadio.
-Claro, iba. Vivo a cinco minutos del Ana Mercedes Campos y cuando podía me sumaba a apoyarlos.
-Volviendo al tenis, no es fácil la vida de un tenista, de viaje en viaje, de hotel en hotel, casi sin parar (Tras su paso en El Salvador hoy ya está en Alemania para jugar en Halle, donde debutará mañana contra Medvédev-Auger Aliassime)
Vamos a jugar dos torneos de preparación para Wimbledon. Pasar de cancha de arcilla a cancha de grama es completamente lo opuesto. Se necesitan, mínimo, dos semanas para tratar de hacer un buen papel en Wimbledon, lo principal.
-Gran idea la del proyecto de apoyar el deporte de los niños en El Salvador, ¿de qué se trata puntualmente?
-Este es un proyecto que quiero seguir impulsando. El proyecto lo comenzó mi hermano cuando él decidió dejar de jugar profesionalmente, el creó su academia Hermanos Arévalo, empezamos los dos involucrados en la Academia, ahora es un buen momento para involucrarme aprovechando todo esto, todo el amor que me ha dado la afición, poder devolver algo a los niños.
-¿Qué se ha planeado al respecto?
-Tratar de involucrarme más, venir más seguido al país, traer a mi equipo de trabajo con el que yo viajo a los torneos para que puedan dar capacitaciones, para que puedan entrenar a los chicos por temporadas. Y también yo al final del año poder hacer una temporada larga aquí para poder prepararme para el nuevo año, que nosotros llamamos la pretemporada.
“El primer Grand Slam que yo participo, en la qualy de singles fue Roland Garros. Era un sueño, todo tenista cuando empieza a jugar quiere estar en un torneo como ese, jamás imaginé que del 2016 al 2022 íbamos a estar en la Phillipe Chatrier, uno de los estadios más prestigiosos del mundo, jugando la final”
Marcelo Arévalo, tenista salvadoreño, campeón de Roland Garros
-¿Has invitado a tu compañero Rojer a venir a conocer El Salvador, las playas, los volcanes, las pupusas?
-Le dije que está invitado a comer pupusas, a las playas. Se tuvo que regresar a Holanda con su familia, pero estoy seguro de que lo vamos a traer para hacer un exhibición de dobles o algo así.
-Has encontrado un compañero perfecto para tu juego.
-Nos llevamos muy bien, tanto dentro como afuera de la cancha. Es algo que nos da un plus a nuestro equipo, vivimos cerca y nos da la posibilidad de antes de ir a cada torneo, poder ya ir entrenados juntos. Esto ayuda mucho. Y vamos por más.