Los ojos estaban puestos en el Super Bowl LIX, que podía ser histórico si los Kansas City Chiefs se convertían en los primeros en ganar tres campeonatos de la NFL al hilo, pero los Eagles de Filadelfia le dieron una paliza a su rival, y tomaron revancha de la final que perdieron, de manera increíble y en el último tramo, hace dos años ante el mismo cuadro.
Esta vez, simplemente no dejaron hacer a su rival, con una defensa de miedo, que encerró al mariscal de campo Patrick Mahomes, para muchos el mejor o uno de los mejores de la historia, que se vio desprotegido y corriendo por su vida como loco en más de una ocasión (lo capturaron hasta seis veces).
No pudieron llegar al campo rival sino hasta el final del tercer periodo, al medio tiempo, apenas habían conectado seis pases, y el dominio era completo en ese apartado. Pero por si fuera poco, a nivel ofensivo los Eagles, salvo en la primera serie, tenían también la sartén por el mango. Jugadas oportunas, movieron las cadenas, alargaron las posesiones y complicaron a la defensa rival cuantas veces quisieron.
Los Eagles tomaron una autoritaria ventaja con un 'touchdown' por tierra de Jalen Hurts, un gol de campo de Jake Elliott desde las 48 yardas y dos interceptaciones a Patrick Mahomes que llevaron a un 'pick-6' de Cooper DeJean y a otra anotación de AJ Brown.
Al descanso, el resultado mostraba un 24-0 a favor, con apenas 24 yardas lanzadas para un Mahomes que no tenía protección de su defensa, y que también cometió errores, pero peores los de sus compañeros, que, tanto en defensa como en ataque, regalaron yardas y segundas o terceras oportunidades clave a los Eagles.
Para el complemento, y bajo la mirada de estrellas internacionales y figuras como Lionel Messi, el mismísimo presidente de Estados Unidos, Donald Trump (el primero en llegar a una final de NFL siendo mandatario), o la cantante y compositora Taylor Swift (quien es novia del jugador Travis Kelce de los Chiefs), el partido siguió la misma línea, con un cuadro de Kansas City inoperante, totalmente desbordado, y con los Eagles totalmente enfocados.
Jake Elliot puso a su equipo por 27-0 en el marcador con un gol de campo de 29 yardas, y después, Hurts encontró a DeVonta Smith con un tremendo pase para un touchdown de 46 yardas, para poner cartones de 34-0 tras el punto de conversión de Elliot.
Con el partido liquidado, a falta de 43 segundos para el final del tercer periodo, los Chiefs se presentaron en el marcador con una primera serie ofensiva exitosa, en la que Mahomes encontró a Xavier Worthy para una anotación de 24 yardas.
En el último asalto, Elliot aumentó la cuenta con un gol de campo de 50 yardas para el 40-6 en el marcador, maquillado después por un touchdown de DeAndre Hopkins y otro de Xavier Worthy.
Muerto el rey, viva el rey, los Eagles de Filadelfia rompieron los pronósticos (se esperaba un partido parejo, ligeramente favorito el cuadro de Kansas City), pero nadie esperaba la paliza que les dieron. Es este apenas el segundo Super Bowl para los Eagles, tras el de 2018 ante los New England Patriots, y evitaron que los Chiefs firmaran un hito.