Pablo Ibáñez ya inscribió en letras de oro en la historia del atletismo salvadoreño su noche del martes, entre la lluvia y los festejos en el Mágico González. El atleta le confesó a Cancha, que "para mi esto ha sido lo mejor, algo soñado. Antes de la competencia tenía la intención y el deseo de ganar una medalla, jamás pensé que fuera una de oro hasta el día de ayer en la semi que se podría lograr". En la semifinal, realizada un día anterior, había logrado la mejor marca de todos los competidores.
Fue una competencia atípica por la tormenta que se desató instantes antes de la prueba, que retrasó la competencia y complicó la pista. "La lluvia, en lo mental complica, pero eso nos pasó a todos los competidores. Estar con el temporal allá atrás durante media hora, eso complica. Mentalmente es lo peor, pero finalmente se pudo dar y gracias a Dios ya tenemos el oro", expresó.
"Ganar un oro para El Salvador en esta prueba y con lo fuerte que es esta área, es increíble", agregó sobre sus rivales. Pablo es el mayor de los seis hermanos Ibáñez, quienes también compiten en el atletismo de estos Juegos C.A. Y Caribe. "Mi familia y yo sabemos lo que ha costado eston. Mañana y el viernes corremos relevos".
En esas competencias, Pablo correrá con sus hermanos Samuel y Esteban, con quienes comparte equipo en el seleccionado de atletismo.
Por otro lado comentó que "no pude hacer la marca olímpica, pero esta marca me ayuda a subir en el ranking ya clasifiqué al Mundial y de los Panamericanos ya no me sacan. Desde agosto esas competencias me van a seguir ayudando".
"Este deporte es de muchos procesos y de trabajar duro. No es tiempo de celebrar todavía, seguimos compitiendo, volví a la villa, mis compañeros me recibieron y fui a terapia. El área es dura y nuestro objetivo es romper récord nacional y clasificar a Panamericanos", contó.
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