Roberto Hernández: "Seguimos siendo una potencia en la región"
Estar al nivel de los mejores del mundo no ha sido fácil para el arquero salvadoreño Roberto Hernández. Pero lo ha ido logrando. Competir contra ellos, eliminarlos y enfrentrarlos en instancias por oro han sido partes claves en la carrera del santaneco. Por eso, todo mundo esperaba que en los Juegos C.A. y del Caribe de San Salvador 2023 lograra medalla. Y lo logró.
Hernández dio dos preseas. Un partida doble que supo a plata, en equipos mixtos; y a bronce, en equipos masculinos. Esto lo convierte en un atleta que, desde hace 13 años, no para en dar metales al país en justas regionales. No solo eso, ser campeón Panamericano tiene parte del mérito de lo alcanzado.
Comencemos por el final, ¿cómo estás ahora tras lograr dos medallas?
Un poco más tranquilo, disfrutando el descanso, porque pasamos un buen periodo pensando en los Juegos y sí era mucha presión. Teníamos esa responsabilidad de aportar en el medallero. Y ya tener la tarea cumplida, sí da traquilidad y paz. Y disfrutar de la gente que te dice que estuvo pendiente, que se puso nerviosa, que estuvo ahí, se agradece, por el hecho del aporte que como deportista das al país.
En tu balance, ¿qué te significan esta plata y este bronce?
Creo que en un deporte como el de nosotros, que en mi categoría había 10 medallistas mundiales, es un contexto que pone en dimensión lo difícil que iba a ser ganar una medalla. Si bien sabía que tenía nivel y capacidades, estaba consciente de que iba a ser complicado. Tuve un tropiezo que no debía haber pasado, pero la opción de obtener tres medallas y al final tener dos es un gran logro ante equipos súper fuertes. No deja uno de querer la medalla de oro, pero como digo el día en que deje de buscar la medalla de oro, ese día ya no va a valer la pena seguir compitiendo, porque si ya no voy a luchar por el objetivo máximo también pierde un poco la esencia de lo que es el deporte.
Es no caer en la mediocridad y siempre buscar la excelencia
Sí, y más estando en casa, porque la intención era tener la medalla de oro. Si bien estamos súper alegres, porque sabíamos del nivel que teníamos en equipo mixto, estábamos compitiendo con el equipo campeón mundial, habían venido de tres semanas de estar compitiendo y de ganar la Copa del Mundo en Medellín, entonces estábamos conscientes de que iba a ser muy complicado, muy difícil, pero íbamos convencidos de que podíamos hacerlo y que quizás iba a ser la proheza de los Juegos, ganarle al equipo campeón mundial. Esa es de las cosas que traíamos como carga y porque sabíamos la responsabilidad con el país, pero sabíamos del nivel, y le pusimos muchas ganas, empeño, y por lo menos para la medalla de mixto haberle ganado a México, que es medallista de copas del mundo, en estas pruebas, lo vencimos de manera contundente; ganarle a Colombia, que es medallista mundial en equipos, que fue una victoria aplastante, se vio la superioridad, fueron grandes victorias internamente para el tiro con arco salvadoreño y se
vieron reflejadas en medallas.
De tu persona, siempre se dice: tiene que ganar. ¿Cómo lo manejaste?
Es complicado. Si la gente le preguntaban quiénes tienen que ganar, siempre estaba yo. Pero era mi responsabilidad, yo quería aportar medallas, esa era la misión personal, y nunca le puse color. Sabía que iba a estar complicado el nivel, pero con aportar medallas al país era suficiente. No es fácil. Siempre, a estas alturas, ya estoy acostumbrado a las críticas, a lo relacionado conmigo, pero siempre es más la gente que te apoya. Hubo gente que deseaba que nos fuera mal, lo esperaba, pero era más la gente que te apoyaba. Eso fue refrescante y agradable. Eso te impulsa para seguir, porque trabajás para esa gente que lo disfruta.
¿Cómo te fue en esta edición a comparación de otros Juegos?
Esta es mi octava medalla en C.A. y del Caribe. En mi primera edición en 2010, logré un oro por equipo y dos platas individuales, a excepción de que en esa edición aún peleábamos por siete u ocho medallas como tiro con arco. Pero nos modificaron las reglas y solo tenemos opción de tres. Así que en las siguientes ediciones he ganado en todas las ediciones de C.A. y del Caribe en que he participado, y estoy convencido de que estaré en el equipo para los siguientes C.A. y del Caribe y voy a tener opción de dar medalla. Así que alegre con estas (medallas), motivado, porque sé que somos buenos, sé que en El Salvador se hace buen tiro con arco y que seguimos siendo una potencia en la región, y que el salvadoreño está consciente de eso. Pero es algo que aunque nos llena de presión, nos da orgullo decir que tiro con arco siempre está presente en los deportes que da más resultados al país.
Esta vez, volvió a cumplir el tiro con arco, no falla nunca
Sí, seguimos siendo el deporte con más medallas para El Salvador, a pesar de que pasamos de pelear siete medallas (en el pasado) y ahora tenemos opción de pelear tres, es más del 50% de reducción. Pero seguimos sumando, seguimos dando. Vamos sumando de a poquito, siempre estamos presentes en el medallero. Siempre se espera qué viene del tiro con arco, y por eso trabajamos con mucha responsabilidad, con mucha preparación y con ese objetivo claro. Estando en casa, era un reto muy grande, y ahora ir a los Panamericanos de Santiago es estar metidos en pelear medallas.
¿Cuál es la agenda ahora?
Vamos al Campeonato Mundial en Alemania. Luego, nos quedamos parte de ese equipo, con apoyo de Panam Sports y el Coes, en Madrid, entrenando. Después, vamos a la Copa del Mundo en París, y ya regresamos. Estamos viendo si entramos a un Panamericano Indoor, porque el compuesto es una posibilidad real de entrar a Olímpicos a trávés del Indoor y no hay que descuidar esa área. Vamos a participar de un Sudamericano, como selección que irá a los Panamericanos, y ese será nuestro último evento. Es una agenda apretada, pero es la forma de estar en el forma y máximo rendimiento para Santiago.
Como referente del deporte, ¿qué le decís a quienes los admiran?
Si tienen la oportunidad de hacer un deporte diferente, como el tiro con arco, en el cual durante años hemos sido de los medallistas de este país, si quieren estar en un deporte en el que quieren llegar a competir en la élite mundial, es una opción. Y agradecerle a la gente que estuvo apoyando, por los mensajes, que siempre son los que te suman y te impulsan a dar el extra a la hora de competir.
¿Qué te dijeron tus padres y tu novia por las medallas?
Están súper orgullosos. La verdad que felices de tener la posibilidad de verme competir, de estar en casa. Siempre fueron un respaldo muy importante. Mi prometida que estaba más nerviosa que nosotros atrás, porque está pendiente y me ve cuando llego cansado y estresado y todas esa cosas que normalmente no se pueden percibir desde afuera. Pero es esa gente que está a tu lado la que termina de empujarte y te da ánimos de cuando los días son más difíciles. Ese respaldo es necesario.
Sofia Paiz: "Es una plata que tiene sabor a oro"
Es toda ya de corazón azul y blanco. Siente los colores de El Salvador, tal y como si fuera la tierra que la vio nacer. Es Sofia Paiz, ganadora de medalla de plata en equipo mixto de arco compuesto, junto a Roberto Hernández. La chapina-salvadoreña agradeció con este metal que ESA le abrió las puertas para representarlo desde que se nacionalizó.
Junto a sus padres, vivió intenso el logro de este segundo lugar. Pero Paiz, para quien por ahora es la medalla más importante en ciclo olímpico que da al país, el objetivo es que “ya no sean platas, si no doradas”.
¿Cómo es tu sentir por estar medalla de plata para El Salvador?
Me siento bastante contenta y realizada también por haber podido cumplir con la expectativa. Quizás no es el oro que todo mundo esperaba, pero realmente tiene un sabor a oro, porque haberle ganado a México, que son los subcampeones mundiales, también es un gran logro y un gran mérito. Más que yo venía de una gran ansiedad en la última Copa de Mundo, hasta lloré, así que pasar de no sentirme capaz de hacer las cosas, de no poderme sentir capaz competitivamente, a ganar una plata para mí significa muchísimo.
Video EDH/ Manuel Cruz
¿Cómo viviste la final de los Juegos?
El momento en que clasificamos fue como un alivio de ya tenemos esa medalla, ya me puedo disfrutar la competencia, porque de verdad hasta el cuello tenía tieso (risas), pero ya después de vivir la final se sintió muy bonito. En los Bolivarianos, nos tocó contra Colombia igual, pero con el público en contra. Fue bien difícil, y nos costó la medalla. En cambio ahora, tenerlos a favor, sentir el apoyo y el calor de la gente, ver que estaba lleno y ver a mis papás dentro del público, para mí fue súper emocionante. Y me la disfruté.
La gente quería un oro, pero son plata, ¿cómo lo manejan?
Fue difícil en el momento en que pasó. La gente te dice: ‘Lo hiciste bien’, pero uno dice: ‘Yo sí quería eso (oro)’. Es como cambiar la cara y medio maquillarte y decir: ‘Sí, está súper bien todo’, pero realmente sí esperabas el oro. Sentís como si le falláste a la gente, pero de igual forma sentís que le cumpliste, porque al final es una medalla que no cualquiera se va a colgar.
Tus padres, guatemaltecos, te siguen apoyando, ¿cómo vivieron la final?
Mi mamá, súper contenta. Ella se compró todo lo de El Salvador, y siempre me ha apoyado. Mi papá también, aunque le cuesta más por el trabajo estar pendiente. Pero los dos me apoyan y se enfocan en que esté contenta, en que esté cumpliendo mis sueños todavía. Al final de cuentas que siga ganando medallas y representar a un país que me está dando la oportunidad y están agradecidos con El Salvador, porque son los que me están apoyando y dando las herramientas que necesito para seguir adelante.
¿Te gritaron para las competencias?
Mi papá es súper nervioso, se levanta, se voltea, los nervios se lo comen. Y mi mamá es más tranquila, quizás porque constantemente es la que me va a ver más. Él siente que me da mala suerte, entonces evita ir a las competencias, pero mi mamá sí me pregunta: ‘¿Qué quiere que le diga, quiere que le grite o no le grite?’. Son factores externos que te pueden afectar a la hora de estar concentrada, pero yo le digo que me puede decir lo que quiera, pero que no ataque al contrincante. Ella tampoco es muy gritona, pero con saber que está ahí, para mí significa mucho.
¿Cómo festejaron esta plata?
Fue complicado estar con ellos, porque yo estaba en la Villa. Pero pedía permiso para salir a convivir un poco con ellos, y esa descarga metal de estar concentrada todo el tiempo, porque uno anda todo tenso, hasta el pelo se me cae (risas). Necesitaba yo de repente salir con ellos. Y cuando ganamos la medalla, con mis hermanas, por videollamadas y mensajes estuvieron pendientes de mí y me estuvieron apoyando.
Esa medalla, ¿en qué nivel de contexto tuyo está para El Salvador?
A nivel C.A. y del Caribe, en Barranquilla todavía competí por Guate y tenía medalla de oro por equipo mixto, entonces era la misma prueba y sentía esa carga de querer hacerlo de nuevo, pero fueron otras circunstancias, otros equipos, no era el mismo equipo de México que ahora, pero para mí para representar a El Salvador es la primera que doy a nivel de Juegos C.A. y del Caribe. Di plata en Bolivarianos, como ahora. Sí, está al nivel, pero ahora vamos a seguir trabajando para que ya no sean plateadas, si no doradas.
¿Qué significa ganarla con Roberto Hernández, figura y referente del país, y tu entrenador también?
Es bastante presión, porque sé que él va a disparar bien, y quiero estar al nivel, no quiero ser yo la que pierde todos los puntos. Pero ya hemos aprendido a trabajar juntos, el hecho de que es mi entrenador también me da un poco de tranquilidad de saber que cualquier cosa va a estar pendiente de mi también. Es un apoyo. Él como atleta y parte del equipo, diez de diez. Todo el apoyo que necesitas como atleta y entrenador me ha dado el nivel que tengo ahora y es un nivel increíble.
¿Cómo te has acoplado a competir por ESA y ya no por Guate?
Al principio, un poco difícil, porque fue un cambio de vida personal y profesional totalmente nuevo. Me costó un poco adaptarme a un nuevo equipo, es un poco complicado con las niñas, de si te llevas bien o no. Nos costó un poco, pero hemos ido conviviendo más, y conocés más a la gente. Desde antes de venirme, sentía que El Salvador era mi equipo, y ya ahora que convivo con ellos lo confirmo que es mi equipo.
Desde tomar la decisión de competir por el país al ahora, ¿cómo han sido estos cuatro años (desde 2019)?
Un año de pandemia, que estuvo bien complicado, no ver a mi familia, no competir, no nada. Pero de todas formas, necesitaba pasar un año fuera de competencias, para poder representar a El Salvador, entonces fue un poco beneficioso, no perderme tantas competencias. Pero el mismo hecho de no competir es como que perdes un poco el nivel. Pero ahora ya me siento bien, me gusta representar a El Salvador.
Si volvieras a nacer y a tener la oportunidad de competir por el país, ¿volverías a decir que sí?
Claro que sí. Es que el nivel del tiro con arco en El Salvador es bastante bueno, entonces si volviera a tener la oportunidad la tomaría mil veces, porque es algo que soñás: entrar a un equipo de alto nivel y sentir que sos capaz de tener ese nivel y que te van a apoyar, para mí sí. Mil veces sí, me vendría a El Salvador.
¿Te dijo alguna vez algo Guate?
Aparte de mis excompañeros, nunca recibí un comentario. Algunos se sorprendieron, no se lo esperaban, yo nunca se lo comenté a nadie antes de venirme. Fue sorpresa para todos. Fue “adiós”. Pero, de ahí, de parte de los directivos, no. Antes de venirme, para poder yo entrar a la Federación aquí (Festa), tuve que recibir una carta de liberación. Estuvieron de acuerdo, la firmaron, y ya pude seguir con mis trámites aquí.
¿Cuáles son los objetivos para lo que resta del año?
El Mundial es el primero que voy a estar representando a El Salvador, entonces son nervios, emoción de ver qué va a pasar, de ver si estamos al nivel. Creo que sí. Pero todo depende del clima y todo. Me siento motivada. Quiero ver cómo nos va a nivel mundial, que cuando entran equipos de Europa son fuertes, pero tenemos posibilidades de estar peleando. Individualmente, quiero mantenerme más estable en tirar 700 puntos, que es el nivel que están tirando las mejores del mundo y avanzar lo más que pueda en las llaves. A nivel de equipos, con las niñas, no nos fue bien, perro tenemos que trabajar como equipo, pero me motiva mucho que saber que ellas están con ese deseo.
¿A quién dedicaste esta medalla?
A Dios, completamente, y a mis papás, porque me apoyaron y me abrió las puertas que necesité para poder seguir cumpliendo mis sueños. A mis papás, por su apoyo incondicional, cualquier locura que se me ha ocurrido hacer ahí van conmigo. Definitivamente, a ellos.
Y a El Salvador, que ahora te apoya
Sí. Definitivamente, siento que quería darles más, pero por algo se empieza, y empezamos bien y por ahí vamos.