Partió a los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 con la ilusión de algo grande. Volvió de Chile con una medalla de oro colgada al cuello, por equipo compuesto masculino. Objetivo cumplido. Es Roberto Hernández, el actual campeón Panamericano, por cuatro años más.
“Creo que aún no se ha dimensionado lo que ha sido este oro”, confiesa. Pero se sincera en que está “satisfecho” por el logro alcanzado y por entrar a la historia de ser el único atleta salvadoreño en conquistar dos doradas panamericanas (Lima 2019, la primera, en individual).
¿Cuándo caes en la realidad de que de nuevo sos campeón Panamericano?
Creo que todavía falta un poco para poder dimensionar la realidad de lo que se ha logrado. Porque en 2019, en tres canales distintos, se vio la final, hizo que tuviera gran alcance. Ahora, no tuvo tanto alcance, aunque sí en redes, pero no llegó a la generalidad de la población. Eso ha hecho que se sienta diferente, pero a nivel histórico espero que, en algún momento, se le dé la magnitud de que no solo yo lo pueda percibir así, sino que en el ambiente deportivo se note lo importante que ha sido lograr esta medalla.
Y al ganarla, ¿cuál fue tu sensación de decir: 'Sí, yo soy el campeón'?
En el momento que entregan la medalla, se siente eso. Al escuchar el himno, la emoción, lo disfruto más, porque ha sido un año un poco más complicado, con más presión. Te genera sensaciones más fuertes, y dentro de todos los mensajes un amigo me puso: ‘Felicidades, sigues siendo el campeón Panamericano cuatro años más. No importa si es en individual o en equipos, seguís siendo el mejor del continente’. Ese tipo de mensajes te hacen caer en cuenta de que sí, que he logrado algo súper grande, que se ha logrado algo bien importante y lo real que es. Fuera de que, en lo deportivo, ganarle a EE.UU. es un gran acontecimiento. Y que de cinco medallas de oro que tiene El Salvador en la historia, dos son mías. El poder marcar la historia de esa manera es importante y le doy un gran valor. Conforme pase el tiempo, lo voy a asimilar de gran manera y se le dará la importancia real.
¿Cómo viviste justamente escuchar el himno a diferencia de Lima?
Ahora, se me salen unas lágrimas, porque se sentía que estaba complicado, que era difícil, que a mí me había costado lograr lo que yo hubiese querido lograr en C.A. y del Caribe, y que ahora tenía esa oportunidad de revancha. Sacar todo eso. Y escuchar el himno en un evento que es sumamente más grande, con arqueros más fuertes, más países participantes, eso le da otro significado. Y disparar con Douglas (Nolasco), quien es mi arquero, con quien hemos crecido tanto él como atleta y yo como entrenador, en trabajo, capacidad, profesionalismo, eso da un elemento más que apreciar y poder disfrutar.
Ser doble medallista dorado es una hazaña, ¿cómo lo has tomado?
Sigo siendo el mismo. No siento que exista una diferencia. Sigo comportándome igual, actuando igual. El hecho de que ya había hecho historia hace cuatro años quizás lo hace un poquito más fácil de asimilar. Y siento que no ha habido tanto impacto como antes. La gente ha hablado de lo histórico que pudo ser, pero más allá de eso siento que no ha habido trascendencia de lo complicado que pudo llegar a ser lo que he logrado. En algún momento, quizás, se le dé más importancia. Pero para mí, es aportar una medalla para el país. Es un hecho histórico, complicado de lograr, pero no lo he dimensionado más allá de eso.
Esta hazaña, en tiro con arco, ¿en qué nivel se puede colocar?
Nosotros (compuesto) entramos a Juegos Panamericanos hasta 2019, así que soy el único que repitió medalla de los que ganaron en Lima. Eso es importante. En recurvo, hay una arquera mexicana, Alejandra Valencia, que ganó ahora su tercera edición de Juegos. Pero el recurvo tiene años el habilitado de estar en Panamericanos. Y además, en Campeonatos Panamericanos, soy el único en activo que tiene dos Campeonatos Panamericanos. Así que es similar a lo que tenía antes. Ahora, ya sumando, soy de los que más títulos Panamericanos tiene en compuesto sumando Juegos y Campeonatos. No es algo muy común, por lo mismo que estamos empezando, pero creo que las generaciones más jóvenes van a tener la posibilidad de superar eso.
¿Considerás que el mismo campeón ha crecido de Lima a Santigo?
He pasado diferentes etapas. Luego del 2019, me sentía imparable, súper fuerte, con un gran resultado, con capacidad de ganarle a cualquiera. Con la pandemia, se frena todo eso, y me cuesta arrancar de nuevo. Me enfermo, me da Covid, me lesiono con una ruptura fibrilar, estoy fuera un buen tiempo. Así que me ha costado retomar y, justo ahora, para Santiago, es en los Juegos donde siento mi mejor nivel y con la capacidad de lograr una medalla. He evolucionado en distintos aspectos, he crecido de nuevo, pero siempre tratando de ser un arquero que pone el 100% y lo da al competir. Lo único que cambia es a nivel personal, que tengo una estabilidad emocional al estar con Susy (Colorado), quien es mi prometida. Tenemos un hogar, somos felices, y me ayuda a sentirme seguro y todo se acopla a mi carrera.
Competir junto a Douglas Nolasco, ¿cómo fue al ser a quien entrenas?
Es un orgullo disparar con alguien que se acopla, con quien nos entendemos, con quien nos tenemos confianza. Parte de que funcione todo, es la complicidad. A la hora de competir, no puedo ser el entrenador de él, tengo que ser su compañero de equipo, eso implica que así como conozco sus debilidades y fortalezas, tengo que dejar esa protección de ser su entrenador y ponerme en mi lado vulnerable y decirle cómo me siento, que me apoye, y exponerle mis debilidades para que pueda reforzarlas y que juntos podamos hacer un trabajo de equipo real. Esa ha sido la clave, y lo que nos dio el plus de convertirnos de un equipo bueno a uno excepcional, esa confianza que logramos tener.
En lo individual, ¿te quedó la espina, un vacío, no revalidar tu título?
Es complicado. Disparo en la mañana el oro en equipos, celebramos, nos premian, las entrevistas. Y, al terminar, una hora, comer y calentar. Desconectarme de eso, no fue tan fácil. Lo del equipo ya era lo seguro, apuesto a dar el 100% ahí. Voy a lo individual, dar el máximo esfuerzo, tengo un poco de mala suerte con un viento que me hace mal, en el match de semifinal; y final por bronce, pierdo por un punto. Así que me deja esa sensación de que quedó incompleto, porque con haber ganado bronce hubiese estado súper bien. Estoy satisfecho, porque estar dentro de los mejores cuatro del continente es un buen resultado, pero siendo alguien que busca lo mejor, no deja de sentirse ese vacío, esa espinita de estuve cerca, lo tuve, di el 100%, pero no se pudo. Pero no opaca lo logrado (oro), porque es un hecho histórico y algo súper importante para el país.
Tampoco se dio en mixto una final
No clasificamos bien, y no ayudó para que el primer match hubiese sido más fácil. Y yo, querer lograr una nueva final, por como soy, me paso a nivel de exigencia y mis últimas dos flechas no son buenos tiros. Y perder la oportunidad de empatar se pierde por mis flechas, que disparé mal. Me queda esa sensación de cargo con Sofia (Paiz), con quien entrenamos para poder tener un buen resultado ahí, y no nos sale. Pero perdemos con un México que nos dispara muy bien.
Como atleta y entrenador, ¿qué balance deja Santiago al tiro con arco?
Estamos satisfechos con los resultados. Sabemos que siempre se puede ser mejor. Como entrenador, llevo tres atletas y meto a tres atletas en tres finales, con la final de bronce de las niñas. No se les ha dado el mérito suficiente de que estuvieron cerca de ganar medalla. Y con Douglas, se gana oro. Como entrenador, estoy orgulloso y satisfecho de lo que hicimos. El tiro con arco hizo un buen trabajo y nos convertimos en la Federación más importante a nivel de Juegos Panamericanos (para ESA), con medallas históricas para el país y con mejores resultados.
El tiro con arco demuestra así que es un deporte de apuesta para el país
Lo he mencionado antes y es que damos la cara con resultados, dar noticias importantes y buenas para el país. Y esperamos que el apoyo del Indes y Coes siga creciendo, porque así van a seguir creciendo los resultados que seguimos dando.
¿Cómo definís que ha sido tu 2023?
Un año complicado, con mucho estrés, pero satisfactorio al final de poder tener la posibilidad de representar al país, de haberlo hecho de buena manera, de tener resultados. Ha sido no solo mío, sino en general de todo el equipo y hemos podido aportar para El Salvador. Seguimos cumpliéndole al país, y sin duda vamos a seguir trabajando para que siga siendo así y tengamos la credibilidad de las instituciones deportivas y del salvadoreño, que siempre que competimos tiene esperanzas de que logremos algo. Es una responsabilidad por la que tenemos que trabajar, para que se siga cumpliendo al nivel esperado.
¿Cómo cerrarás este año?
Voy a Juegos Nacionales de Colombia, como entrenador. Valle, el departamento, me ha contratado para que pueda ser el entrenador de arco compuesto en estos Juegos, y vamos a tener esta oportunidad de estar con el equipo, apoyarlos, y a nivel como entrenador sumar. Tener esa experiencia. Y a nivel deportivo, solo un campeonato nacional, y descansar de competencias, que serán hasta febrero (2024), con eventos importantes. El objetivo es seguir sumando buenos resultados y crecer.
Algo que te queda y que querrás externar tras ser campeón en Chile
Nada más decir que estoy agradecido con El Salvador, con la gente que ha tenido la diferencia de felicitarme, mostrarme apoyo, de motivarnos en las finales a lograrlo y que nos impulsaron a que lo hiciéramos. Es la gente por la cual hacemos esto con ganas, con dedicación y a los que están pendientes y nos ven triunfar. Siempre buscamos representar al país de la mejor manera. Y agradecer a mi familia, padres, hermano, prometida, por todo el apoyo.