Cuando uno revisa la historia deportiva de El Salvador, los logros al máximo nivel son cortos. Dos campeones mundiales (boxeo, Carlos Hernández; tiro con arco, Jorge Jiménez); ganadores de Copas del Mundo (Mariana Salazar, en downhill) una medalla paralímpica, más oro mundial y plata mundial (parapowerlifting, Herbert Aceituno), y luego va bajando la vara a niveles de medallas panamericanas, o a medallas en mundiales juveniles (patinaje) iberoamericanas, o de Centroamérica y el Caribe.
Desde afuera, desde el periodismo, siempre se ha criticado a las dirigencias de las federaciones y de las instituciones deportivas en relación a los resultados, o la falta de estos, muchas veces sin tenerse en cuenta la preparación que hay detrás, misma que va de la mano de infraestructura (políticas deportivas estatales incluidas) y del dinero o presupuestos para los deportes (históricamente ha sido de los rubros más ignorados por los gobiernos).
Lo sabe José Rafael Mejía, presidente de la federación de patinaje, quien ha estado en la misma por 22 años, y quien vive una temporada dulce con buenísimos resultados en todos los niveles, principalmente con la atleta más destacada, Ivonne Nóchez.
Pero hay un aspecto que destaca entre todas las cosas, y que parece superar la falta de infraestructura, políticas y apoyo sustancial: la perseverancia y constancia de los atletas, y de la federación para lograr que algunos creyeran que todo es posible.
"La verdad que tenemos ya bastante tiempo de venir trabajando, de venir haciendo una planificación y de no perder la visión que tenemos que nuestros atletas sean campeones del mundo", dijo a Cancha tras haber ganado como dirigente deportivo de 2023 y ser reconocido con la Espiga Dorada.
Para Mejía, la clave para ahora estar dando frutos a gran escala (desde 2021) ha sido "el trabajo de planificación de todo el personal administrativo y técnico, el trabajo de ir desarrollando atletas desde temprana edad. Los atletas que tenemos ahora, que están dando resultados, son atletas que vienen desde los 5 años de edad. Ha sido un trabajo constante y disciplinado, y hemos tenido también la alegría de encontrarnos con atletas que han creido que pueden, que han entendido que son capaces, y eso ha llevado a tener los resultados que ahora tenemos".
"Esto ha sido un proceso. Al principio para nosotros era un sueño poder llegar a estar alturas, ganarle a atletas elite. Pero poco a poco nuestros atletas han ido entendiendo que son capaces, que pueden, nos hemos parado a la par de los mejores, de colombianos, italianos, argentinos, chilenos, y nuestros atletas han ganado", sostuvo.
Para el dirigente, tener atletas como Nóchez ahora en día "eo es un ejemplo. Ahora llevamos otros niños que son promesas y que van encaminados con el sueño que también serán campeones del mundo, pero es un trabajo constante, ordenado, disciplinado, planificado y de mucho esfuerzo por parte de los atletas". Y concluyó con un gran deseo: "Queremos volver a subirnos este año al podio mundial, y no sólo con Ivonne Nóchez, sino con atletas que van detrás".
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