Sin el sancionado Draymond Green por su pisotón a Domantas Sabonis en el segundo partido, los Golden State Warriors se dieron este miércoles un respiro y acortaron diferencias en su serie contra los Sacramento Kings (1-2) gracias a un gran Stephen Curry (114-97).
El genial base lideró a los de Steve Kerr con 36 puntos (12 de 25 en tiros, 6 de 12 en triples) y firmó además algunas jugadas magistrales como una exquisita penetración en el tercer cuarto en la que sorteó rivales hasta conseguir el dos más uno.
Curry estuvo respaldado en los locales por Andrew Wiggins con 20 puntos y por un Kevon Looney enorme bajo los aros con 20 rebotes y que además repartió 9 asistencias.
Consciente de que era un partido clave, Golden State, que en la era de Curry nunca había estado con un 2-0 en contra en una serie, tomó las riendas del tercer encuentro desde el principio y ya no las soltó.
En cambio, la ofensiva de Sacramento, explosiva e incansable durante toda la temporada, ofreció una versión prácticamente desconocida.
Así, el equipo de Mike Brown se estrelló desde el triple con un penoso 11 de 46 (23,9 %) y además perdió claramente la batalla por el rebote (59 frente a 70).
De'Aaron Fox rozó el triple-doble (26 puntos, 10 rebotes y 9 asistencias) con un 9 de 22 en tiros (3 de 9 en triples). Por su parte, Sabonis aportó 15 puntos y 16 rebotes.
El cuarto duelo de esta serie entre los Warriors y los Kings se jugará el domingo también en San Francisco (EE.UU.) y ya con Green de vuelta en Golden State.
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