Los Boston Celtics fulminaron este lunes a los Dallas Mavericks en las Finales de la NBA y alcanzaron un récord de 18º títulos, en un triunfo comandado por la potente y armónica dupla que conforman Jayson Tatum y Jaylen Brown.
Socios desde hace siete temporadas, la química a prueba de bomba entre los 'Jays' ha sido la base del primer anillo de los Celtics desde 2008, con el que adelantaron a sus históricos rivales Los Angeles Lakers y se instalaron en la cima de los equipos más ganadores de la historia.
Tatum, que jugará con Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de París, es considerada la estrella de la franquicia pero este lunes fue Brown quien se quedó con el codiciado premio MVP (Jugador Más Valioso) de las Finales.
"Fue un esfuerzo de todo el equipo y comparto esto con mis hermanos y mi socio, Jayson Tatum, que ha estado siempre conmigo. Así que lo compartimos juntos", declaró el alero al recoger el trofeo bajo los aplausos del TD Garden de Boston.
Tatum, que ha sido cinco veces All-Star a sus 26 años, ya se había avanzado a esta posibilidad el fin de semana cuando subrayó que su objetivo era el ansiado campeonato.
El MVP "es importante, pero no es lo principal", dijo Tatum a ESPN. "Ni Isiah Thomas, ni Tim Duncan ni Larry Bird ganaron siempre el MVP. Steph Curry sólo tiene uno y Kobe (Bryant) ganó dos en sus cinco campeonatos".
"Como competidor, quieres ganar y conseguir todo lo que se te ponga por delante, pero no me entristecería lo más mínimo si no ganara el MVP de las Finales. Estaría extasiado sólo por ganar las Finales", aseguró.
Tatum y Brown tomaron así el testigo de los grandes íconos de la franquicia verde. Bill Russell fue el pionero ganando su primer título en 1957 y hasta diez más en una gloriosa etapa que cerró en 1969.
John Havlicek encabezó los siguientes triunfos en 1974 y 1976 antes de la última etapa dominante del mítico Larry Bird, que amplió la vitrina en 1981, 1984 y 1986.
Desde entonces, la exigente y orgullosa afición de Boston ha navegado por décadas de frustraciones con la única alegría hasta ahora del anillo de 2008, protagonizado por Kevin Garnett, Paul Pierce y Ray Allen.
El monumental traspaso de Garnett y Pierce a Brooklyn en 2013 fue el punto de partida de una larga reconstrucción de los Celtics, que decidieron edificar alrededor de Brown, elegido en el tercer lugar del Draft de 2016, y Tatum, misma elección en 2017.
- Proyecto ganador -
Tatum (26,9 puntos por partido esta campaña) y Brown (23,0) compartieron esta temporada la voz de mando en el vestuario tras la marcha del carismático Marcus Smart a Memphis, en un equipo que dominó la fase regular (64 victorias y 18 derrotas) y tampoco encontró un rival a su altura en los playoffs (12-2).
Los dos aleros reúnen las condiciones más codiciadas en esta era de la NBA, con una gran envergadura y capacidad atlética, buen tiro exterior y aptitudes defensivas.
Brown, tres veces All-Star, firmó el año pasado el contrato más lucrativo de la historia de la liga (304 millones de dólares por cinco campañas) y todo apunta a que Tatum seguirá ese camino en sus próximas negociaciones de renovación.
Los Celtics apostaron por el desarrollo conjunto de estos dos jóvenes después de que sus exigencias históricas los empujaran a buscar atajos como los costosos y fallidos fichajes de Kyrie Irving y Gordon Hayward en 2017.
Ni tan solo la derrota en las Finales de 2022 frente a los Warriors apartó a Boston de ese proyecto, cuyo arquitecto, Brad Stevens, fue reconocido como el Mejor Ejecutivo de esta temporada.
Stevens, quien entrenó a los 'Jays' antes de ascender a los despachos en 2021, completó el rompecabezas incorporando este curso al base Jrue Holiday, uno de los mejores defensores de la NBA y campeón con Milwaukee en 2021, y al pívot letón Kristaps Porzingis.
Estos cuatro jugadores, más el escolta Derrick White, conforman el mejor y más versátil quinteto de toda la liga, todos ellos capaces de defender múltiples posiciones y de anotar desde la línea exterior.
Confiado en el rumbo de la nave, Stevens mantuvo en su puesto al entrenador Joe Mazzulla, de sólo 35 años, después de la inesperada eliminación del año pasado ante los Miami Heat en las Finales de la Conferencia Este.
Como expuso una anécdota revelada por Derrick White, Mazzulla ha personificado también la falta de egoísmo y la obsesión colectiva de estos Celtics por volver a la cima.
"Cuando ganó el premio al Entrenador del mes, le di la enhorabuena", relató White. "Él me miró y me respondió: "A nadie le importa".