Pasaron unas horas y el nombre de Chelo Arévalo se volvió tendencia en redes sociales. En el continente, el sonsonateco tuvo un espacio especial, ya que muchos recordaron la leyenda en la que se ha convertido. A CANCHA, la raqueta número uno del país contó sobre esta final que volvió a vivir.
Con mucho cansancio, pero feliz por el momento, Arévalo estaba ya en ruta de viaje para salir de París, Francia, con los suyos, a descansar. El campeón de Roland Garros se prepará para retornar a las canchas, para pensar en Wimbledon, el tercer Grand Slam de la temporada 2024. "Vamos a descansar unos días aquí en Eslovaquia, y ya luego para salir a Londres, que ya comienza la temporada de grama", contó.
Ahora en frío, ¿cuál es el sabor de lograr tu segundo Grand Slam, de nuevo en Roland Garros?
Súper contento, por este título de Grand Slam. Todos sabemos lo importante que son los torneos de Grand Slam para el tenis y que es un triunfo muy grande y es un sueño que todos los tenistas tenemos desde que empezamos a competir ya a nivel profesional. Siempre lo dije después de ganar el primer Grand Slam que no me quería conformar con ese título, si no que quería seguir luchando, mejorando y soñando con intentar ganar más títulos de Grand Slam. Esto reconfirma que estamos en el nivel, dentro de los mejores jugadores del mundo y estamos muy competitivos. Es algo muy especial ganarlo por segunda vez, porque ahí gané mi primer título, pero reconfirmar un título de esta categoría creo que no es fácil y hacerlo nuevamente en Roland Garros me da muchísima satisfacción y muchísimas emociones similares a las del 2022, pero las de este año fueron un poco más fuerte. Lo dije en la ceremonia, cuando nos dieron el trofeo, que el hecho de tener a toda mi familia presente lo había hecho muchísimo más especial que la vez anterior.
¿Hay alguna diferencia con el título de 2022 al de 2024?
No, creo que no hay diferencia alguna, porque obviamente los dos títulos significan lo mismo, valen lo mismo. Simplemente, en la parte emocional, para mí, el hecho de haber ganado frente a mis papás, estaba mi hermano, mi familia completa estaba ahí, mis dos hijos, mi esposa. Creo que eso es algo más personal, que es mucho más emocional para mí, que para mí le da ese extra sabor y para mí lo hace mucho más especial. Cuando gané en 2022, tenía como aquella espinita de que mis papás no pudieron estar ahí, porque pasó todo súper rápido, las conexiones eran difíciles para poder llegar a París de la noche a la mañana, entonces decidimos que no podían llegar. Ganamos el torneo y yo volé al siguiente día para El Salvador, para compartir con la familia y todo. Pero siempre me quedó ese sabor, esa espinita de que ellos no pudieron verlo en vivo, que creo que eso es algo muy especial después de todo el esfuerzo, de todo el sacrificio que mis papás han hecho para poder estar donde estoy en este momento. Es un esfuerzo de familia de muchísimos años. Para mí, poder lograr que ellos estuvieran presentes en una final y poder ganar la final y otro título Grand Slam lo hace más especial. Además de eso, más especial aún que estuvieron desde el primer partido, porque a veces no es fácil cuando uno está en una semifinal o una final decir quiero que venga toda mi familia, pero que estén ahí desde el primer partido prácticamente todo juntos, ronda por ronda, son dos semanas de competir, lo hace muchísimo más especial.
¿Qué pensaste por la mañana, cuando despertáste? ¿Qué pensamiento tuviste?
El único pensamiento, en ese momento, era salir a la cancha, a dar lo mejor. Nosotros estábamos con mucha confianza, nos veníamos sintiendo bien en los últimos partidos. El único pensamiento que yo tenía era salir a la cancha a competir de la mejor manera posible como lo hago siempre, a dar el cien por ciento y un poquito más y siempre con la mentalidad positiva de que íbamos a sacar el partido adelante.
¿Tuviste alguna cábala? ¿Las medias aunque hiciera calor, como en 2022?
(Risas) Lo de las calzas empieza porque hubo un poco de mal clima al principio acá, en París. De hecho, los partidos de dobles se suspendieron por tres días consecutivos por la lluvia. La temperatura bajó esos días, la primera semana estaba entre los 11, 12, 13, 14 grados y para mí eso es ya frío. Nosotros venimos de El Salvador, de Sonsonate, acostumbrados a 30º, 32º, Florida (EE.UU.), igual. Así que para mí ya 12, 13, 14º ya es frío. Y nada, comencé el primer partido, porque lo jugamos entre semi lluvia y no lluvia, entre llovía, llovió entre el partido, y seguimos jugando con media lluvia, así que sí hacía frío. Los últimos tres partidos sí ya no hacía tampoco tanto calor, así que tampoco con 30º, pero ya el clima sí ya estaba sobre los 20, 22, 23º. Pero la verdad que no me molesta jugar con las calzas cuando hay calor. Son súper cómodas. Pero fue también una parte de la cábala, si habíamos empezado el torneo así y lo quería terminar así. Al final, sí lo terminamos bien (risas).
Hiciste en la cancha un corazón con la raqueta, ¿fue espontáneo?, ¿qué significó?
Fue algo espontáneo que salió en el momento, en ese momento sentí muchísimo amor. Se dio en el momento, en ese instante estaban pasando muchísimas emociones por la cabeza, muchísimas alegrías en ese momento y nada más sentí bastante amor, por lo mismo que mencionaba el hecho de tener a toda mi familia presente, mi segundo hijo apenas tiene tres meses y mi segundo título también es algo que va dedicado para él, a toda mi familia, a todos los salvadoreños por haber ganado un título, y a todas esas personas especiales para mi carrera.
¿Qué palabras cruzaron con Mate Pavic al ganar? Incluso, te levanta cuando hiciste el corazón
En ese momento, era alegría de ambos. Él de hecho, veníamos de estar bromeando mucho, desde que comenzamos juntos, que era el único Grand Slam que le hacía falta, porque él había ganado los otros tres y este era el único que no había ganado todavía. Estuvimos bromeando mucho que si ganaba Roland Garros se iba a ir y no iba a jugar más por unos meses, que eso era lo que él quería hacer. Veníamos bromeando así desde principio de año, y yo vengo y le dijo: "Mate ganamos Roland Garros", y él comenzó a hablarme. Pero, en ese momento, me dice: "No te preocupes, que yo voy a jugar Wimbledon", porque veníamos con la broma de que si él ganaba Roland Garros ya prácticamente él no iba a jugar hasta fin de año (risas). Ahí, cruzamos un par de palabras en la cancha y él diciéndome lo muy contento que estaba por haberlo logrado, lo feliz que estaba porque lo habíamos hecho juntos. Son dos semanas que tal vez no suena mucho, pero son todos los días en que hay que levantarse con la cabeza, preparado para competir, para entrenar, seguir la rutina, hacer las cosas que uno considera que son bien, la recuperación para el cuerpo, comer bien, dormir temprano. Son 15 días en que hay que estar con la cabeza nada más en eso y al final uno saca todo ese estrés cuando sabe que ya todo está terminado, prácticamente.
Y qué pasó, te perdíste en la tribuna al final, cuando buscáste a tu familia
(Risas) Sí, pasa que la tribuna está un poco lejos de la cancha y yo me salí más o menos similar por donde me fui el año anterior (2022), pero me terminé perdiendo porque había una parte que ya no se podía pasar. Y en eso, yo llego a la tribuna, pero no veía a nadie, y yo pensaba que estaba más arriba. Pero en realidad, no había subido tanto como yo pensaba. Al final, como que me pierdo, me pierdo, me pierdo, pero los veo que están más arriba de lo que yo pensaba que estaban.
Y luego, están atrás tuyo...
Sí, estaban a la par, prácticamente. Pero en ese momento, uno ahí con toda la emoción, con toda la euforia en ese momento, estaba ahí un poco perdido donde estaba el "box" ahí.
No podía faltar el beso a tu esposa (la eslovaca Lucia Kovarcikova), ¿cruzaron alguna palabra?
En ese momento, agradecer a mi esposa que es una gran parte de todo este esfuerzo familiar que hacemos. Ahora, con el segundo niño, a ella le toca muchísimo más difícil que cuando estamos en torneo. Ella se encarga de todo, de los niños, de que estén siempre durmiendo a la hora que tengan que hacerlo para que yo me pueda dormir tranquilo, para que yo descanse lo que tenga que descansar. Siempre está lista para apoyar y preparar que las cosas salgan de la mejor manera posible. Fue como un agradecimiento hacia ella por todo el esfuerzo que hace para que en todas estas cosas se puedan dar estos triunfos. Al final, se logran en equipo, y para mí el equipo no es nada más el compañero, entran ahí la familia, los entrenadores, preparador físico, mi esposa, toda la gente que está a mi alrededor, todos son parte de este triunfo. Uno solo no puede lograr este tipo de hazañas y por eso, para mí, es muy importante rodearse de las personas que uno considera que le pueden dar un valor importante a mi carrera. Me cruzo unas palabras con mi esposa, le doy las gracias por siempre estar ahí lista para todo lo que se necesite y al final nos dijimos que lo habíamos logrado por segunda vez. Fue algo muy bonito ahí, en ese momento.
Si ves atrás, ¿han valido la pena todos estos años de trabajo y sacrificio para llegar hasta acá?
Por supuesto que han valida la pena. Lo volvería a hacer y más años si es necesario, hasta cumplir el sueño.
De la final, ¿hubo alguno momento que dudaste en ganar?, ¿o cuándo dijiste ya está, somos campeones?
No, en ningún momento hubo duda. Hay un respeto siempre hacia todos los rivales, pero creo que el partido cuando ya estábamos en la cancha compitiendo, me sentía muy bien preparado, me sentía muy bien jugando, con toda la confianza en mí, en mi compañero, en que las cosas -si nosotros jugábamos a nuestro nivel- iban a salir bien. No hay nada escrito en este deporte y uno, dos o tres puntos pueden cambiar el resultado de un partido. Pero en ese momento, jugamos los puntos importantes de una buena manera. Ejecutamos bien en el momento en que lo teníamos que hacer, y eso fue lo que nos dio el gane del partido. En algún momento, estuvimos quiebre abajo, fue en el segundo set, pero nunca se perdió la esperanza, nunca bajamos la cabeza, seguimos luchando, nos mantuvimos unidos con Mate en todo momento. Esto a pesar de que el arranque del segundo set fue un poco complicado para nosotros. Pasamos dos o tres games de saque que los ganamos bastante peleados, y ellos venían ganando su saque con más tranquilidad al principio del set, rompemos el saque de ellos rápidamente, creo que ahí volvemos a agarrar ese impulso, esa energía que ya traíamos y gracias a Dios, después de ese momento, volvemos a romper el saque nuevamente para ponernos 5-3 y al final un game bastante peleado, pero se logró cerrar el partido ahí para poder quedarnos con el título.
¿Qué viene ahora, cuál es el siguiente paso?
La temporada de grama ya empezó, la semana pasada. Empieza en la segunda semana de Roland Garros y ya inició. Nosotros venimos con bastantes partidos, con muchas semanas compitiendo consecutivamente, ganando bastantes partidos, lo que significa que hemos venido jugando durante toda la semana prácticamente. Ahorita, vamos a tomar unos días de reposo, para recuperarnos un poco el cuerpo y hacer la transición de arcilla a grama, poco a poco. Esperamos estar compitiendo la próxima semana. El torneo empieza el miércoles. Es un torneo que es un ATP 500 que se juega en Londres, que es prácticamente la antesala de Wimbledon.