El monumental triunfo de Marcelo Arévalo en Paris abrió el debate histórico. ¿Fue la consagración de Chelo el logro deportivo más grande de la historia de El Salvador? ¿Cómo compararlo con otros logros tan o más importantes en la historia del deporte salvadoreño? Campeones mundiales, clasificaciones a los mundiales de fútbol, ser pioneros y casi fundadores de un deporte, hazañas que van más allá del deporte como hacer cumbre en el Everest, medallistas en eventos Paralímpicos, Panamericanos... Todos entran en la discusión. Lo cierto es que Chelo está en el Olimpo deportivo y la subjetividad de cada quien lo pondrá en el lugar que merece.
En lo profundo de la historia muchos nos hablan de otra sonsonateca, Ana Mercedes Campos en el atletismo, de Ricardo Saprissa, rey del fútbol o el Oro en Baloncesto en los Juegos CA y Caribe 1959...
Más acá en el tiempo, todo El Salvador vibró con el notable oro de Cristina López en los Panamericanos de Rio 2007 cuando ganar medalla en atletismo era una quimera.
Los títulos mundiales del Famoso Hernández (boxeo), Jorge Jiménez (tiro con arco), Yuri Rodríguez (fisicoculturismo) fueron extraordinarios. La única medalla que hoy tenemos ya sea en Juegos Paralímipicos u Olímpicos de la mano del Gigante de Soyapango, Herbert Aceituno, merecer su lugar de honor. Los oros panamericanos del inolvidable sábado 10 de agosto de 2019 en Lima cuando el mismo día subieron a lo más alto del podio Roberto Hernández (tiro con arco), Paulina Zamora y Yuri Rodríguez (ambos en fisicoculturismo). En el fútbol, cómo no contar las hazañas de las clasificaciones mundialistas en fútbol en 1970 y 1982, cuando llegar a un Mundial era muchísimo más difícil que ahora.
Y qué decir del cuarto puesto de los Guerreros de Playa en Ravenna 2011, hecho que marcó el bautizo de fuego del equipo que es hoy el más competitivo y querido del país.
La verdad es que todos, cada uno en sus disciplinas, han hecho hazañas deportivas para El Salvador. En su gran mayoría, compitiendo contra atletas de otros países que tienen muchas más facilidades, recursos e infraestructura para poder desarrollarse y progresar en su deporte. Por eso, aplausos para ellos y apoyo para los que vendrán, seguramente. El deporte es el camino. Chelo lo demostró una vez más, de Sonsonate hasta París.