Siempre lo dice en todas las conferencias y palabras que ha brindado desde que ganó Roland Garros, que su esposa ha sido clave.
Para Chelo Arévalo, el primer centroamericano en imponerse en un grande del tenis, Lucia Kovarcikova, la madre de su hijo Marcelito, y sus padres y hermanos, forman parte fundamental del éxito.
Por ello, narró entre lágrimas lo que vivió tras ganar. “Salí para el box (donde estaba su equipo, esposa y entrenadores).
Uno pasa desapercibido todo el tiempo que la mamá pasa con el niño, no es fácil dedicarle mucho tiempo, y ella ha sido para mí un gran apoyo, siempre confió en mí, me recuerdo que incluso le dije que en algún momento de mi carrera, ella confiaba más en mí de lo que yo podía hacer que mi mismo, esas fueron las palabras que le dije tras ganar, nos abrazamos”, contó sobre lo que hizo al subir a las gradas desde la cancha para buscar a su familia.
“Mis padres también me lo decían, uno a veces cree que se lo dicen porque son tus padres, ahora entiendo por qué me lo decían. Esa fue una parte fundamental en todo esto”, explicó.