Cervecero ambulante
La fila está larga, el calor es mucho y el sol no perdona. El partido, la gran final del fútbol masculino, está por comenzar. España y Francia se jugarán en 90 minutos, en realidad 120, definirán el oro del deporte rey –aunque no sea rey en estos Juegos Olímpicos-. Nada mejor entonces que una buena cerveza, piensan muchos. Ahí es donde aparece uno de los personajes de estos Juegos: el cervecero ambulante. Se lo vio en varios estadios pero su éxito está asociado al fútbol; por eso son varios los que buscan clientes en las puertas del estadio Parque de los Príncipes, mítico escenario del fútbol francés. Allí están, con su mochila cargada de tanques de cerveza y sirviendo como el mejor barman a los clientes que llegan sedientos. La larga fila bajo el sol tiene su recompensa al final del camino.
Derrota en la fiesta
Los latinos acostumbrados a hacer drama de cualquier derrota vemos con asombro como toman los franceses una final de fútbol perdida. Por ejemplo, para argentinos, uruguayos o brasileños en esa instancia será cuestión mucho más seria. Tras la derrota, en una final increíble, de la selección de fútbol francesa, los hinchas no se hacen ningún tipo de problemas. Muchos se sientan en los cientos de bares de la Avenida principal para pedirse un vino tinto y una pizza. Las risas acompañan a varios aficionados. Un mundo diametralmente opuesto al que vivimos en Latinoamérica.
Sin polémica por el break dance
Tuvo su bautismo y fue aceptado. Así por lo menos se vio en todos los restaurantes del centro parisino, repletos de aficionados para ver la llamativa disciplina que debutaba en los Juegos Olímpicos. El Comité Olímpico Internacional llevó al breaking, ante no pocas críticas, como un deporte adicional a París-2024, lanzando un complejo proceso de federalización del breaking, que ahora cuenta con su circuito profesional y su propio Campeonato Mundial. En la Plaza de la Concordia hubo una multitud para ver el debut olímpico y el oro fue para el canadiense Phil Wizard. Pero la ovación y los aplausos fueron todos para el francés Dany Dann y su carisma, que lo llevaron a la final y terminó con medalla de plata.
MIRA TAMBIÉN: EDH EN PARÍS 2024 - Cartas desde París: Del Louvre a los bares