Toda una vida jugando al baloncesto. Y el 2024 ha ido especial para una salvadoreña. Se trata de Hillary Martínez, quien definió su año de crecimiento, además de los premios individuales que recibió. La base o pasadora ayudó al país a clasificar al FIBA AmeriCup 2025, que será en Santiago de Chile.
Martínez contó a CANCHA su año cargado de cosas buenas. Ya lo cerró, pero espera un 2025 mejor. Tiene muchas metas, volverá a Puerto Rico y espera regresar a México. Ahora, está en EE.UU.
Tras el Centrobasket, te hicieron un homenaje en San Marcos, ¿cómo te sentíste?
Me lo habían vendido que era un campamento, que al final fue una sorpresa. Fue de la Alcaldía (San Marcos) y la Fundación Pro Basket, de Juan Pablo Samour, el entrenador Roberto Morales. Hubo más de 100 niños, y de pronto veo que entra toda mi familia. Y yo: "¿Qué hacen ellos acá?". Luego, veo a mis amigas, a mi entrenador clave en mi formación, "el Seco" Villalobos, y ahí empecé a entender que eso iba más allá. Me dieron el reconocimiento. Todavía me emociono, porque no me lo esperaba. Y fue ante mi gente, la de San Marcos, donde crecí, ahí me crié, de ahí soy.
¿Qué sentimiento te deja la admiración de los niños?
Una palabra: responsabilidad. Y ahí caí en cuenta y dije: "¡Guau!, todo el trabajo que he hecho está dando resultados". Más allá de jugar baloncesto, es eso: llegar a la gente, a los niños, ser un buen ejemplo. A los padres, les agradecí por llevar a sus hijos. Sé el trabajo y los sacrificios que tienen que hacer. Y que vean en mí un ejemplo a seguir me llena de felicidad y orgullo.
¿Te ha dicho alguna vez algún niño o una niña: "Te admiro, quiero jugar como vos"?
Sí. Realmente, me hace muy feliz que los niños se me acercaran y me digan: "Yo quiero jugar como vos, quiero hacer esto como vos". Y yo les digo sí, pero tienen que trabajar, no es solo venir aquí y jugar con los amigos. Son horas de entreno. Siempre les doy como una analogía de que son como una esponja, de que están en una edad en la que tienen que aprender al máximo.
¿Qué te dejó este Centrobasket, ya que ESA hizo un buen papel también?
Es mi cuarto Centrobasket. Empecé en el 2012 (PRC), y sabía que es difícil, complicado, un nivel de exigencia bastante fuerte. Sabíamos que Cuba, PRC, siempre han tenido equipos top, su historia lo dice: mundialistas, olímpicos. De hecho, los primeros Centrobasket era de ir a perder de 20 o 30 (puntos), y cada año hemos mejorado. Así que este Centrobasket era como una espinita. Más allá de eso, era saber que podíamos ganar, que podíamos competir de tú a tú.
¿Qué resumen haces del partido que contra PRC y Cuba?
Contra PRC, salimos bien. Faltando dos minutos, todavía íbamos en empate, cosa que creo que jamás, nadie, se había espero que estuviéramos ahí compitiéndole. Tristemente, perdimos, pero también fue como: "¡Hey!, podemos". Pero estaba Cuba, y podíamos hacer historia. Sabíamos que son mejor físicamente, pero teníamos una buena defensa. Tuvimos mala racha, porque nos fuimos abajo 17 puntos, pero faltando cinco minutos lo luchamos, con el corazón lo sacamos. Fue gracias al equipo en defensa que se dio la victoria.
¿Y tu sensación de entrar al quinteto ideal por ESA?
No me lo esperaba. Sabía que los números podían hablar. Para mí, fue una sorpresa. Cuando me lo dicen, me emocioné, no lo voy a negar. Di gracias a Dios, porque ha sido un año duro y largo y entrar en el equipo ideal, representar a El Salvador, es una bendición y un orgullo. Estar en ese equipo ideal, entre las mejores de la región, me confirma que hay que seguir trabajando. Es un sentimiento muy lindo, feliz, y de querer más.
Sos de las experimentadas y veteranas del grupo, ¿te hace ver todo tu recorrido atrás?
Sí, totalmente. Porque debuté a los 15 años. En aquel momento, yo no entendía el rol de las veteranas y ahora yo soy una de las mayores. Es dar el ejemplo, darles un poco de mi experiencia. A la hora del juego, darles un poco más de tranquilidad. Es mucha experiencia ganada, y ser parte de ese grupo, es el cuarto Centrobasket, es de un poco de responsabilidad. Ser un buen ejemplo en los entrenos, dentro, fuera de la cancha, en los partidos.
Este año ha sido largo para vos, ¿cómo lo resumís?
Desde abril, vengo jugando. Empecé en abril y un día, así de la nada, uno de mis entrenadores de PRC me hizo el contacto para ir a jugar a las Santas del Potosí. Es un equipo nuevo. Tomé la oportunidad que me daban de debutar en la mejor Liga de México. Fueron cuatro meses. Llegamos a semifinales, así que cumplimos. Tan pronto terminé ahí, fui a PRC, y me incorporé a las Explosivas de Moca en agosto y terminé a finales de octubre. Me fue bien, me dieron el premio como "Mayor Progreso del Año" en PRC. Con el equipo, nos quedamos en semifinales, pero pude crecer. Gané el "Concurso de 3 Puntos", en el Juego de las Estrellas de PRC, del que fui seleccionada para ser parte.
¿Encontráste diferencia entre el BKB de MX y PRC?
Totalmente. Las dos ligas son exigentes, con el hecho de decir que en México cada equipo tiene ocho refuerzos, yo era una, y las otras siete eran de aquí de EE.UU. Al final del día, te enfrentás contra mexicanas de EE.UU. y europeas que van a EuroLiga. El nivel que había y el roce era muy alto. Al principio, me costó acoplarme, pero pude caer en ritmo. Me sirvió para llegar lo mejor posible a PRC. Y, gracias a Dios, me fue bien en PRC, ya que tuve un rol muy diferente con la responsabilidad de ser la pasadora titular. Tenía una gran responsabilidad. Salí contenta, pero no satisfecha, porque pudo ser mejor. Nos quedamos en semis, pero el premio de "Mayor Progreso" refleja el trabajo que hice.
Este año ya cerraste, ¿cómo te viene el panorama de 2025?
Sí, ya terminé (2024). Seguro ya el contrato ya está en PRC, siempre con el mismo equipo de Explosivas de Moca, y estamos en los trámites de ver lo de México (continuar). Verbalmente, todo es favorable, pero claro hasta que no hay un contrato, no puede haber seguridad. Y, claramente, la Selección con el Premundial en Chile.
¿Cuáles son tus expectativas en Selección para el otro año?
Nos pone la vara alta, haber clasificado, ganarle a Cuba. Es un torneo muy difícil, van los mejores 10 de la región. Probablemente, nos toque enfrentarnos con Canadá, EE.UU., que son los mejores, son top, otro nivel de equipos, pero tenemos la responsabilidad, el compromiso con nuestro país de representarlo lo mejor posible. Y si le competimos a PRC, por qué no ganar un juego allá contra México, Dominicana. Eso es hacer historia, porque nadie (de ESA) ha ganado un partido en un Premundial.
¿Cuáles son los objetivos que aún querés cumplir?
A corto plazo, ya en 2025, es poder ser campeona en PRC. Ya sería mi quinta temporada y solo me quedo en semifinales. Eso, quiérase o no, duele. (Así que) ser campeona en la Liga de PRC. Y en México, mejorar lo que hicimos este año, pero también sé la exigencia de eso. Con la Selección, escalar lo más posible. Y crecer como jugadora.
¿Cómo definís tu madurez deportiva ahora?
De parte de madurez, me siento bien, porque soy más consciente del tipo de juego, de a lo que me enfrento, cómo me preparo que que es muy importante. Hacer muchas horas de entreno para llegar lo mejor posible, creo que eso habla mucho de la madurez como jugadora, y claramente la experiencia que he tenido me ha ayudado a crecer. Y todos los días aprendo algo, así que estoy en constante aprendizaje y exigiéndome a mí misma para hacerlo de la mejor manera posible, y transmitir eso a donde me toque jugar.
¿Cómo ha vivido tu familia este año con vos?
Se lo han disfrutado al máximo. Pero también lo han sufrido conmigo. Ellos son los que están detrás de uno en el día con día. Ellos aman verme jugar, saben que es lo que me gusta, saben por lo que uno pasa. Y, sobre todo, muy contentos con ese partido contra Cuba (del Centrobasket). Mi mamá me decía: "Quiero llorar de la emoción, tengo muchos sentimientos". Y eso me da mucha felicidad, porque ellos son parte de estos logros.
¿Algún mensaje para el baloncesto salvadoreño?
Primero, a la gente que nos apoya, darle las gracias. He visto muchos comentarios positivos, sobre todo este último Centrobasket. Gracias por el apoyo. Sé que es difícil llegar a este nivel. Hemos pasado altas y bajas, creo que han sido más bajas, hemos conocido la cara linda y fea del baloncesto. Pero puedo decirles que ese es el trabajo de años, no es de la noche a la mañana, a mí me ha costado casi 10 años estar en este momento. Y para aquellos que quieren aspirar a ser convocados a la Selección, es mucho trabajo. Y, sobre todo, para los jóvenes que el apoyo de los papás es muy importante, pero que siempre luchen por lo que quieren y que trabajen duro, que no hay otra receta más que esa y que, sobre todo, se encomienden a Dios en todo lo que hagan.
El dato
20
AÑOS DE CARRERA
Eso ha jugado Hillary Martínez, desde los 7 años, cuando inició en el Bautista.