Con un extraordinario e improbable héroe como Lonnie Walker, Los Angeles Lakers derrotaron la noche del lunes a los Golden State Warriors (104-101) y colocaron al borde de la eliminación a los vigentes campeones de la NBA (3-1).
Sin mucha trascendencia en la rotación angelina, Walker firmó una actuación brillante y asombrosa de las que marcan toda una carrera. Walker no metió ni un solo punto en los tres primeros cuartos pero en el último periodo desató un memorable vendaval con 15 puntos (6 de 9 en tiros) que le dio un triunfo épico y valiosísimo a los Lakers.
Golden State queda ahora obligado a ganar los tres próximos partidos (dos en casa y uno fuera) para no irse de vacaciones, pero las estadísticas no están de su parte: en la historia de la liga, solo en 13 de las 277 veces con un 3-1 el equipo que iba perdiendo logró remontar la serie.
En un duelo muy emocionante hasta el final, estos Lakers que siguen dejando a todos con la boca abierta y que están a solo un triunfo de la final del Oeste, contaron con 27 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias de LeBron James; 23 puntos y 15 rebotes de Anthony Davis; y 21 tantos de Austin Reaves.
Stephen Curry selló un triple-doble para los Warriors (31 puntos, 10 rebotes y 14 asistencias) pero su espantoso 3 de 14 en el triple fue un reflejo de la terrible noche de los Warriors en el perímetro (12 de 41). Klay Thompson tuvo además una velada muy pobre (9 puntos con 3 de 11 en tiros) y Jordan Poole se fue con 0 tantos. El quinto partido se disputará el miércoles en San Francisco.
Steve Kerr apostó como novedad en el quinteto por Gary Payton y los Warriors se mostraron como un equipo dinámico, intenso y con mucho esfuerzo en el arranque pese a que Andrew Wiggins sumó dos faltas en poco más de dos minutos.
Hubo algunos chispazos -como un 4-8 de salida para los Warriors, el dominio de Davis en la zona o dos triples de LeBron y Reaves- pero el encuentro seguía muy equilibrado (38-38 con 4.37 para el descanso).
En los últimos minutos, Davis y Curry tomaron cartas en el asunto. El pívot se hizo enorme en la pintura ante unos Warriors que se estrujaban los sesos para intentar frenarle (19 puntos y 6 rebotes en la primera mitad) mientras que el base pisó el acelerador con 14 puntos solo en el segundo periodo y se fue al vestuario cerca del triple-doble (17 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias).
Con todo ello, Golden State llegó al descanso por delante (49-52) tras una primera mitad poco vistosa en general y de película de terror desde el triple (2 de 10 para los locales y 5 de 19 para los visitantes).
Entre LeBron y un Reaves recuperado tras una frustrante primera parte, los Lakers empezaron el tercer cuarto con buen pie y retomaron el control del marcador (59-57) con un 10-5 en tres minutos. Un suspiro les duró esa alegría a los angelinos, que encajaron a continuación un duro parcial de 0-11 con 7 puntos seguidos de un sorprendente Payton (59-68 con 7.07 para el descanso).
En el tramo final, y cuando los Warriors parecían tomar el control, ahí llegó el momento de un sospechoso muy poco habitual: Walker, fabuloso y demoledor con 9 puntos en poco más de cuatro minutos (94-94 con 5.01 en el reloj).
Otra canasta de Walker y LeBron desde la personal pusieron a los locales con +3, pero Curry dejó a los suyos al borde de la remontada en el último minuto (102-101). Sin embargo, la suerte estaba echada, y los Lakers se llevaron un triunfo clave en la serie ara ponerse 3-1 arriba.
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