El Salvador tiene una selección que le compite de igual a igual y desde hace varios años a potencias deportivas como Alemania, Uruguay, Argentina, México, etc, etc. Y no solo compite, también les gana. Estamos hablando claro, del que es hace más de un década, el mejor seleccionado de un deporte colectivo en el país: la Selecta playera. No defrauda: podrá ganar o perder, pero deja la última gota de sudor en la arena. Y por eso es la más querida. Y respetada. Pero de verdad.
Esta vez sin dos de sus referentes y goleadores -Tin Ruiz y el Caballo Batres- tenía un compromiso serio enfrente ante potencias del fútbol playa. Y otra vez, cumplió, hoy con el título.
Le ganó con claridad a Alemania en el debut, le costó hasta los penales con la garra Charrúa (top ten del mundo) y definió el pleito contra Mexico con un penal que no fue. Hasta en eso se siente potencia la Playera: todos los cobros con la que la perjudicaron en el fútbol 11, se revierten en la arena. Solo decir que ESA está en 15 en el récord mundial y mira abajo a México (17)
El inoxidable Frank Velásquez, la grata sorpresa de un crack en ciernes como César Rivera -elegido el mejor del torneo- y con la vuelta de un señor portero como Herbert Ramos, quien probó en el fútbol 11 en LMF y estuvo al borde del retiro cuando lo dejaron de lado los dirigentes de Firpo ante una muy seria lesión. Alguna vez contó que hasta regaló sus guantes. Por suerte, decidió volver.
Promisorio también lo de las mujeres, sin el éxito en resultado del masculino, pero guiadas con un trabajo serio y en silencio de Elías Ramírez, Ronaldinho, uno de los pioneros de la Azul, a los que también le debemos este gran presente. Las razones del éxito son simples: talento, humildad, sacrificio. Y mucho trabajo.
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