La aparición de un nuevo actor en la escena del fútbol salvadoreño pone en la mesa del debate a un flagelo habitual en el mundo del fútbol: el racismo.
Escondido o minimizado durante años en la Liga Mayor salió a la luz con fuerza con dos episodios tan tristes como mediáticos en las últimas dos fechas del torneo. Por un lado, el caso de Tardelis Peña, un emblema de Firpo, y su reacción contra hinchas de Dragón en el Juan Francisco Barraza. Y se sumó lo ocurrido el sábado con el español del Metapán Gregori Díaz y su fuerte enfrentamiento con el banco de suplentes de Fuerte San Francisco. Ambos sucesos abrieron la discusión sobre un grave problema que aparecía bajo la alfombra en El Salvador pero que está lejos de ser algo nuevo en nuestras canchas.
No es nuevo el racismo en el fútbol salvadoreño, lo que faltaban eran denuncias claras y contundentes. Es más, el propio Tardelis declaró que “estamos acostumbrados en el país a que te griten...” refiriéndose a insultos o burlas por su color de piel. Y explicó que colmó su paciencia: “lo que dijo ese señor fue muy personal”. Repudiable desde todo punto de vista. Un paso adelante es que irá a exponer todo lo que pasó en la Fesfut con la idea de sentar un precedente.
Reforzando esto, también habló el ex entrenador de Platense, el español Juan Cortés “pasa siempre con los extranjeros”, escribió en su cuenta de twitter, también responsabilizando a los árbitros. La hora del cambio llegó. Es tiempo de denunciar sin medias tintas para erradicar de cuajo cualquier expresión de racismo o xenofobia, tan de moda en el fútbol y en la vida.