El cambio de fecha del Mundial no iba a salir gratis. Por el calor extremo del verano qatarí en los meses de julio y agosto ( entre 40° y 50° C) se decidió mudar el tradicional espacio mundialista a los meses de noviembre y diciembre.
Las consecuencias de este retraso se adivinaban complicadas: calendario recargado, jugadores cansados, torneos a medias y el mal mayor: las lesiones. Sí, las que están amenazando fecha tras fecha a los jugadores de elite. Es lógico, las Ligas realizarán el parate por Mundial recién 10 días o una semana antes de la gran cita. Cualquier molestia medianamente seria puede dejar afuera a un crack, al menos de los primeros partidos.
Las lesiones no esperan. Los distintos seleccionados ya lo sufren: Messi encendió las alarmas en Argentina y da la impresión de que regula esfuerzos como nunca antes lo hizo en su carrera. Pasó de querer jugar todos los partidos y los 90’ a elegir qué rivales enfrentar en el PSG. Joaquín Correa, Di María, Dybala, suman sus nombres a la incertidumbre albiceleste.
Cada fin de semana, hay estrellas entre algodones: N’Golo Kanté, pieza vital de la Francia campeona 2018, se perderá Qatar según L’Equipe. Lo mismo sucederá con el laterla inglés Reece James. Antes había caído Wijnaldum (Países Bajos). Y alarmas encendidas para cracks de la talla de Sané (Alemania), Richarlison (Brasil), Raúl Jiménez (México), Alexander-Arnold (Inglaterra), Marcos Llorente (España) o Ronald Araújo (Uruguay), solo por nombrar a jugadores top.
La lista engordará y hará casi insoportables las fechas de los distintos torneos que quedan antes del 20 de noviembre, el día elegido para el juego inaugural en Doha. Claro, las principales ligas del mundo realizarán su parate alrededor de 10 días antes del inicio del Mundial, ilógico en la preparación de las Selecciones para el evento más importante del fútbol. Un retroceso claro y significativo.
En México 86, Argentina llegó un mes antes de su debut a la concentración en el Club América. “Somos los primeros en llegar porque seremos los últimos en irnos”, dijo Bilardo. Cumplió: Argentina llegó al último partido y fue campeón del mundo.
Lejos quedaron aquellos tiempos y nos esperan 33 días de lamentos y frustraciones. Adiós a los descansos y concentraciones largas previas al Mundial. Las lesiones están al acecho y son la principal amenaza de Qatar 2022.