El raid mediático durante la pasada semana del presidente del Comité Regularizador de la Fesfut, Humberto Sáenz Marinero, dejó varios puntos claros: el primero de ellos es el enorme desorden con el que se manejaba la Fesfut, la falta de comunicación y el exagerado presidencialismo.
Puntos que se denunciaron en las páginas de CANCHA en varias oportunidades y se obtenían como respuestas evasivas y hasta demandas judiciales. En definitiva, el mes que lleva este Comité dejó en claro lo que era un secreto a voces: el desmadre dentro de la Fesfut.
El segundo punto sí es sorpresivo: las deudas con la que se encontraron, la “escasez” de fondos y el pedido de auxilio a FIFA. Y es sorpresivo porque la FIFA anunció a principios de año el programa ‘FIFA Forward 3.0’, con un aumento de inversión del 25%: cerca de 2 millones de dólares anuales.
Antes de este incremento, la Fesfut, como cada Federación miembro recibía un millón de dólares anuales. Esto, sin contar el “refuerzo” recibido en 2020 por la pandemia de Covid 19, donde FIFA distribuyó a cada Federación Miembro 1 millón de dólares para la reactivación del fútbol masculino y 500 mil dólares para el fútbol femenino. Pese a todo esto, el Comité Regularizador tuvo que pedir dinero a FIFA para salir de apuros varios.
Y también un punto álgido: es sabido que “los viajes” han sido motivo de internas y hasta de peleas por candidaturas. Sáenz decidió viajar a Estados Unidos para presenciar el amistoso de mañana ante Perú y anoche se presentó en el hotel ante los jugadores. Ya anunció también que estará en el Mundial de Qatar. Un mensaje que puede ser interpretado de diversas maneras en el mundo del fútbol. Que todo sea para ordenar el desorden que por años imperó en la Fesfut.