Pues qué milagroso es el señor Hernán Darío “Bolillo” Gómez, que en una semana de trabajo logró tener una selección más profesional y con cambios sustanciales en sus hábitos alimenticios y todo esto en futbolistas que la semana pasada fueron calificados en principio sin cuerpo de deportistas.
Si el entorno del “Bolillo” cree estos cambios radicales, allá ellos, pero que sepan que acá hay personas con conocimiento y preparación adecuada para interpretar sus comentarios, además tenemos la ventaja que conocemos nuestro medio, para no tragarnos ese tremendo sapo y eso pasa cuando sin análisis razonable se emiten comentarios fuera de lugar y luego tenés que salir a remendar el entredicho, además de faltar el respeto a los preparadores físicos locales que no dijeron nada entiendo, para no crear conflicto y dejar trabajar en armonía el nuevo proceso en marcha.
OPINIÓN. Brayan Gil, Roldán y los legionarios en la Selecta, ¿quién si y quién no?
Sobre el nuevo proceso ya clasificatorio se observa que hay fases que no se cumplieron satisfactoriamente debido al cambio permanente de Cuerpos Técnicos y no se ha seguido un plan acorde a nuestras capacidades físico-mental y económico reflejado en que no se cuenta a la fecha con un grupo definido de jugadores que se pudieran considerar la base de la selección.
Todavía están probando y algunos solicitando que los incluyan para hacer méritos y ser incluidos en la selección, por lo que se podría considerar que todavía estamos en la fase inicial y el Mundial a la vuelta de la esquina. Queda claro que no existió un plan de trabajo que considerara todas las fases requeridas para ir a una competencia de alto nivel.
Ante la falta de memoria histórica nada más recordar que Costa Rica y Panamá entendieron bien el mensaje, no tuvieron prisa, se pusieron a trabajar y lograron sus objetivos, hoy están muy lejos del resto del área, demostrando por qué exportan futbolistas a cualquier parte del mundo.

En primer lugar el recurso/talento hay que formarlo localmente, creando lo que hacen todos, ligas inferiores bien trabajadas -Infanto/Juveniles- no podemos estar buscando legionarios que ya no tienen hambre y vienen nada más por figurar en torneos interesantes que les dé un plus en su trayectoria como futbolistas.
Se debe mejorar la calidad de espectáculo de la Primera División que debe ser administrada por personas que muestren compromiso y sapiencia, para crear una liga de respeto, bien balanceada que no incumplan lo más preciado (sagrado) de los futbolistas que es su salario, pactado con los dirigentes en cualquier modalidad.
Así también, los extranjeros a contratar deben tener mejores condiciones y características futbolísticas que nuestros futbolistas locales que sean ejemplo a seguir que sean los revulsivos para mejorar el espectáculo, que atraiga estadios llenos como lo fue en el pasado.

Las instituciones del Estado tienen bien definido su papel en la formación de recursos para que sean una parte integral del atleta, siendo una fuente permanente de proyectar deportistas en todas las disciplinas deportivas a través de realizar los Juegos Estudiantiles que dieron muchos futbolistas para el caso del futbol en todos los niveles, en total desarrollo humano. No hay que perder esa obligación del Estado en la formación integral del deportista.
El que quiera ayudar en el futbol bienvenido sea, pero que sea con conocimiento, sin prisas, elaborando programas de trabajo a corto, mediano, y largo plazo, cada quien en el lugar que le corresponde, el progreso del futbol requiere grupos de trabajo multidisciplinario no recae en una sola persona, caso contrario no hay FÚTBOL PARA TODOS.
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