La hora llegó. El Mundial precedido con más polémicas y críticas de la historia ha comenzado. Como si la sede hubiera sido elegida hace diez días y no hace 12 años, como efectivamente sucedió -y con voto mayoritario en la FIFA- la última semana arreciaron las denuncias contra el país anfitrión como nunca antes había pasado. Los derechos humanos entraron en el centro de la escena y las muertes entre los obreros de la construcción fue el tema principal de debate en la previa mundialista.
Hay posiciones encontradas al respecto. Desde la hipocresía de periodistas que le reclamaron a Maluma estar en Qatar estando ellos mismos en Qatar, hasta colegas que se negaron a viajar. “La decisión tiene que ver con que en algún momento habrá que empezar y yo quiero y puedo empezar hoy. Empezar a decir que No a normalizar la violación de derechos humanos por el solo hecho de que, de por medio, haya algo que los futboleros queremos tanto como es el Mundial”, escribió el periodista argentino Ramiro Martin desde Barcelona.
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Por otro lado, “no se debe pagar con cargos de conciencia los pecados de la FIFA y del país organizador”, aseguró Axel Torres en AS.
“¿Y si no era en Qatar dónde estaríamos hoy? ¿En Estados Unidos, el que acá en Medio Oriente invadió países para traer su democracia y su moral occidental ¿O hubiéramos preferido una sede europea? A los colonizadores de estas tierras. A los que mandan acá a sus empresas que se benefician con los suntuosos proyectos inmobiliarios bajo estas leyes laborales”, escribió desde Doha el colega Alejandro Wall para Tiempo Argentino.
Ayer el Mundial corrió el telón con una fiesta de inauguración mucho más austera de lo imaginable y sin vestigios de la ostentación de los pretrodólares. Apelando a la unión y a la nostalgia mundialista con las mascotas y las canciones de los torneos anteriores. Breve y austera.
En el fútbol, Ecuador le ganó a un débil anfitrión. Era Sudáfrica en 2010 el seleccionado local que menos había mostrado futbolísticamente, inversamente proporcional a la alegría en las tribunas. Qatar va en camino a superarla dentro del campo y afuera mostró espectadores enojados que se retiraron en la primera parte. Enner Valencia, el curioso caso del delantero que tiene más goles que partidos jugados en Copas del Mundo, fue el protagonista principal del serio equipo que ha armado Gustavo Alfaro.
Mientras, se siguen cayendo estrellas de un Mundial que apretó el calendario al máximo y exprimió a los jugadores como naranjas. Benzema es el último eslabón y hasta Messi encendió las alarmas en Argentina, al entrenarse dos días de forma diferenciada pero sin inconvenientes para el debut en la madrugada salvadoreña del martes ante Arabia Saudita. El Mundial, sus contradicciones, sus encantos, están en marcha.