Hay gran expectativa por el retorno del futbolista salvadoreño Leonardo Menjívar a tierras salvadoreñas para derrochar su juego en estas horribles canchas.
Pero también hay un sector de la afición que reprueba por completo esta posibilidad que está a nada de concretarse.
Se les perdió a muchos un dato importante (en menos de seis meses apenas) Menjívar dio el salto de un equipo que descendió en El Salvador (con lo que eso implica) a uno de los gigantes en Costa Rica.
Como aquel niño que aquí saltó de una escuela pública precaria a un colegio privado de altísimos estándares. La diferencia no puede ser ignorada y la adaptación debe ser todo un tema.
De buena fe no dudamos que el salvadoreño lo ha dado todo en la Liga Deportiva Alajuelense hasta la fecha. La "suerte" no le ha sonreído según muchos ¿qué implica esto entonces?
Lo que corresponde es apoyarlo. Menjívar tiene una gran ética de trabajo y no regresará cedido a El Salvador por problemas extra cancha o extra deportivos, de ninguna manera. Es por razones técnicas.
Claramente jugar de nuevo en una liga menor como la nuestra significará un retroceso en cuanto al ambiente, canchas que por sí solas lesionan jugadores, un fútbol poco técnico y más brusco y todo lo que él mismo ya conoce.
Pero no por ello el apoyo a Leo debe mermar, por el contrario, el aliento para que lo haga de gran forma en los minutos que tenga para jugar es lo que debe primar.
Claro que a ojo de pájaro la decisión de LDA no es del agrado general, sin embargo, mientras Menjívar esté enfocado, esta segunda etapa por la LMF no será de ninguna manera un desperdicio.
Al buen trabajo y al esfuerzo lo único que le hace falta es la paciencia, esa que no se halla en cantidades generosas entre el salvadoreño promedio.
El fanático cuscatleco usualmente carece de paciencia, no le gusta esperar, le fascina lo instantáneo, lo calentado al minuto listo para consumir.
Leo más que nadie tiene claro que la paciencia es algo deberá seguir cultivando porque tiene definidos sus objetivos. No es un esperar a ver qué pasa, es para madurar, crecer y fortalecerse.
La infraestructura en la Liga Mayor no da herramientas suficientes para que todos los futbolistas tengan las mejores condiciones para desarrollarse. A algunos todavía se les olvida...
Aún así, Menjívar es una de esas excepciones gratas en nuestro balompié y debe continuar trabajando con la calidad que ya la conocemos.
Si los salvadoreños no te tienen paciencia Leo, que les abunde; vos a lo tuyo.
Varios seguirán sin entender su vuelta a la Primera División, y da igual, lo que concreto es que Alajuelense a la distancia lo tendrá corto con el seguimiento, recuérdenlo.
Cabe destacar que ese monitoreo no se limitará a saber cuántos minutos juega, sus goles o asistencias. Ese análisis irá mucho más allá de eso y Menjívar lo sabe mejor que nadie.
En agosto de 2024 nos enteraremos si esto fue una movida acertada del LDA o no.
Desde aquí el deseo es únicamente de éxitos para Leo. Nadie dijo que sería fácil y nos está quedando constancia de ello, sin embargo, rogamos para que valga la pena cada minuto en el futuro. Ese es el anhelo. Ánimos Leo.