Cualquier actividad humana seria y responsable cuenta con entes regulares que buscan los mejores resultados de esta práctica, en el caso del fútbol salvadoreño denota que estos entes no han funcionado, concretamente la FESFUT y la Primera División, porque resulta penoso que no se haya contratado a un técnico que lo primero que detecta de una lista de jugadores de fútbol es que estos no tienen condiciones físicas adecuadas para tal fin (cuerpo de deportista).
Esto es preocupante, ya que señala que estos, tanto FESFUT como la Primera División no participan de la formación integral del futbolista, dado que la práctica del fútbol se realiza en varios niveles, siendo el nivel profesional el que depara mayores exigencias físico-mental y económico para lo cual hay que prepararse desde una etapa temprana para lograr objetivos, y estos señores no pueden argumentar que no les corresponde o que no se dan cuenta qué pasa, si nada más vemos alrededor estamos superados por naciones que recién han comenzado su andadura en el fútbol loco regional, además de ver un pobre espectáculo en canchas no muy adecuadas para su práctica en nuestro fútbol local.
"Bastante mejor que en Houston", fans en la Selecta
Por largos años hemos sido testigos de ver grupos de abogados/empresarios principalmente, haciendo cola para entrar a la administración de la Fesfut y Primera División, teniendo como currículum un total desconocimiento cargado de improvisaciones que han llevado a un retroceso con fracasos continuos, incluidos estas últimas dos administraciones que han resultado costosas sin aportar casi nada al desarrollo de nuestro fútbol.
En esta actual administración podrían decir que vienen con amplio conocimiento, pero los delata -que no hay interés- por ser foráneos y desconocen la idiosincrasia y ambiente futbolero nacional, lo cual os hace no idóneos para comandar un cambio que nos conduzca a lograr enrumbar el camino perdido durante todo este tiempo, y lo digo porque cuando se ha trabajado se han tenido resultados y quizá en peores condiciones (dos citas mundialistas). Lamentablemente carecemos de periodismo crítico que exponga este mal comportamiento.
En cuanto a la lista proporcionada al señor Hernán Darío Gómez, entendemos que fue elaborada por algún asistente de la FESFUT, porque hay muchos nombres que ya prácticamente están en su fase de retiro, y es que en el fútbol es así (salvo excepciones), hay un término ineludible que hay que cumplir y por supuesto ellos se encuentra dentro del grupo que no ha logrado nada en términos de alta competencia.

En otro grupo vemos las promesas que no pasaron de ser promesas, y por último, el grupo de legionarios que ya superaron su etapa económica y no tienen interés más que jugar algunas competencias interesantes en su etapa como futbolistas, pero carecen de compromiso con la Azul y Blanco, y no es culpa de ellos, sino de los que no han planificado.
Así las cosas, se ha desperdiciado una gran oportunidad de asistir a otra cita mundial, porque la preparación debió haber comenzado hace muchos años, y sin trabajo, los que saben de fútbol saben que no hay buenos resultados, digo una gran oportunidad, debido a que las potencias del área serán los huéspedes del próximo Mundial.
No hay otra forma de comenzar de cero, que fortaleciendo las ligas infanto-juveniles, Juegos Estudiantiles, Ligas Burocráticas, creando preselecciones en Oriente, Occidente y Centro, que son los sitios para buscar talento, para luego irlo puliendo y creando una fuente permanente de futbolistas integrales que se traduce en fútbol integral, esto lleva tranquilidad socio-económica en una sociedad proclive al subdesarrollo.
El nombramiento del señor Gómez como seleccionado nacional (cuatro técnicos en tres años) no es más que volver a los caminos ya recorridos con gran contenido de frustración, no es la solución con alto costo económico, pero tampoco es culpa de él, sino de quienes lo contratan y evidentemente, con otro tipo de intereses y refleja que los técnicos nacionales no tienen cabida en cualquier proyecto conducido por esta administración y otras que solo buscan colgarse la medalla sin mérito alguno.
Ya es momento de dar paso a generaciones de técnicos nacionales que conocen el medio y saben por dónde aprieta el zapato, así como buscar apoyo económico con empresas sin nada a cambio.