En tiempo de grietas y embajadores sin consenso, hay uno que goza de unanimidad y no hace falta siquiera encuestas para medir su enorme popularidad y aceptación: Jorge Mágico González puso a El Salvador en el centro de la escena del mundo futbolístico. Y con un solo toque.
VÍDEO. "Mágico" González hizo saque de honor en el Cádiz-Barça
El respeto y la admiración de los jugadores de una de las Ligas más competitivas del mundo fútbol; la ovación de un pueblo, el cadista, que lo quiere tanto como el salvadoreño; el reconocimiento unánime de los equipos: el Cádiz, que lo tiene como patrimonio histórico y lo eligió como el emblema para su cumpleaños 112, pero también del Barcelona, que le hizo una camiseta conmemorativa sin que el Mágico haya jugado un solo partido oficial con el equipo. Fue entregada por su presidente Joan Laporta. Postales que resumen un fenómeno que va más allá de la pelota.
También llegó el reconocimiento fuera de los límites cadistas o salvadoreños. Desde la trascendencia de las principales páginas deportivas del planeta hasta periodistas de distintas latitudes sumándose al homenaje (Andrés Cantor, Juan Pablo Varsky, Manu Heredia, entre otros). Y no faltó la humorada del narrador de la Liga diciendo “podría ser el único saque de honor en el entretiempo”, teniendo en cuenta el antecedente de llegadas tardes del querible protagonista. Fue una semana mágica en Cádiz, días de reconocimientos oficiales a tardes de mascones con los niños gaditanos en la placita de la esquina, así como lo suele hacer en las calles de San Salvador.
Mundos paralelos: mientras el fútbol salvadoreño trata de desenredar la encrucijada dirigencial y los jugadores se encuentran en pie de lucha por sus derechos ante el recorte del torneo -y de sus haberes-, un producto made in ESA, un talento espontáneo hace magia en el exterior con la frescura intacta pasando los 60 años.
El fútbol trasciende fronteras y el Mágico trasciende al fútbol. El mejor embajador de El Salvador es usted, Señor González.