Mientras el fútbol salvadoreño sigue sus disputas internas y disparates varios -el último capítulo con Firpo y sus cambios de escenarios no aprobados y con suspensión de su partido ante FAS-, el deporte nacional se juega el prestigio de varias disciplinas en los Panamericanos de Santiago 2023, la cita más importante del año en este continente en lo que tiene que ver con deportes olímpicos.
La idea de Firpo de regalar localía para recaudar efectivo tuvo tintes surrealistas con el presidente Payo Herrera confirmó un escenario para el juego -el estadio Cuscatlán- cuando justamente no estaba dada la confirmación oficial. En definitiva, otro asterisco más para la tabla de la Primera División tras una fecha que dejó sin trabajo a dos entrenadores (Medrano en Tecla y Cortes en Platense, se suman a la salida de Ancheta de Limeño).
La semana no había iniciado bien en el fútbol. El empate sin goles de la Selecta despedida con abucheos del poco público presente en el estadio Mágico González. La gente ya está harta de no ganar: la Azul lleva 16 meses sin alegrías y este grupo de jugadores -algunos nuevos convocados y con condiciones de selección- le tocó dar la cara en el momento más complicado, mientras algunos legionarios eligieron no venir.
En el extremo sur del continente, en los Panamericanos, no hubo buenas noticias en remo, tiro o natación pero las miradas van hoy hacia dos deportistas que están a un partido -y un triunfo- de una medalla: Uriel Canjura, en bádminton, y Sammy Contreras, en boxeo, ya están en los cuartos de final, o sea entre los 8 mejores de América. Dos legionarios del deporte nacional que viven en el exterior y a los que si les interesa defender la bandera salvadoreña.