Dentro de las densas y luctuosas tinieblas que envuelven al fútbol nacional, hemos tenido una inmensa satisfacción el pasado sábado con la clasificación de nuestra Selección Sub 17 al próximo Mundial de Catar.
Los cipotes le ganaron a Jamaica para completar una serie de tres triunfos y con ello lograron el ansiado boleto. Una fresca generación que nos ha dado esa alegría, asomando con su optimismo, propugnando por un apoyo masivo, por un seguimiento genuino.
Ahora debemos hacer un borrón y cuenta nueva para olvidarnos de todos los sucesos anteriores, para que estos pequeños héroes futboleros puedan identificarse con su propio tiempo, con su propia sangre generacional, con entrega total en busca de cumplir sus sueños.
De esa manera le han esbozado una sonrisa a un deporte moribundo que necesita urgentemente de satisfacciones.
Se viene un trabajo difícil pues la fundamentación todavía está en ciernes y ya no digamos la cultura táctica o el aspecto emocional. Pero por ahora lo más importante es haber clasificado, lo cual parecía imposible.
Tenemos, pues, un nuevo grupo para prepararlo de acuerdo a las exigencias del fútbol moderno. ¡Felicitaciones muchachos!, lo han logrado, todo ese tiempo, empeño y sacrificios han valido la pena.
Cuando se trabaja tesoneramente, añadiéndole voluntad y talento, se consiguen grandes logros y esto debe ser solo el inicio. Que el fútbol les brinde nuevas oportunidades y que sigan los éxitos. Estamos muy orgullosos de ustedes y su cuerpo técnico, encabezado por el talentoso entrenador Juan Carlos Serrano y sus valiosos auxiliares Misael Alfaro, Cristian López, José Martínez, Alex Pinto y Douglas Lemus.
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