Tiempo de definiciones y una decisión crucial para el futuro de la Selecta. Se dijo acá y se mantiene: cambiar al entrenador no es la solución, ni de cerca, a los males del fútbol salvadoreño.
Pero con la decisión de la salida de Hugo Pérez tomada, ahora todo queda en manos del director de Selecciones, el portugués Diogo Gama, quien se presentó en la sociedad futbolística -más allá de algunas entrevistas- en la conferencia de prensa a la que acudió sin compañía para explicar -o por lo menos intentarlo- cual será el rumbo de El Salvador en un futuro, con las eliminatorias mundialistas como foco principal.
Estamos a nueve meses de iniciar ese objetivo mientras la Selecta ya lamenta su casi segura exclusión de Copa América 2024, donde con dos derrotas acumuladas en los dos primeros partidos, una clasificación tendría tintes de milagrosa (debe ganar sus dos partidos a Martinica y esperar combinaciones de otros resultados muy poco probables).
Según se desprende de la conferencia de Gama, por momentos algo enredada y confusa, el perfil del entrenador buscado será alguien que podría no tener conocimiento de la Liga ni de los jugadores salvadoreños, dando a entender que sería un extranjero.
Y no puso a los resultados en el primer plano, sino en el trabajo a largo plazo, buscando una “selección de todos”. Algo que se repitió cuando se eligió a Hugo Pérez. O a Carlos De los Cobos. O al Primi Maradiaga. O a todos los anteriores.
Con parte de la afición y el periodismo enojado con la decisión de quitar a Pérez (digamos un 40% ante un 60% que quería cambios de aires), el nuevo técnico estará en la lupa de varios y no le perdonarán nada desde su primer día.
Como siempre, mandarán los resultados y los urgentes son los dos partidos ante Martinica, el primero de ellos, en 25 días.