Los golpes de gracia de Mbappé fueron rápidos y letales. Pero la caída del Manchester City, de la cima del fútbol a la humillación, ha sido lenta y dolorosa.
Parecía culminar con la derrota global de 6-3 ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu, pero su eliminación temprana en la Champions League solo fue la consecuencia de una temporada que se descarriló hace tiempo. Esta ha sido la peor campaña de la era Guardiola en el City, quizás de toda su carrera, lo que plantea una pregunta clave: ¿es el inicio del declive del imperio?
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Muchos dudan en darlo por muerto, temiendo que el City resucite para dominar nuevamente. Sin embargo, hay señales de que el equipo podría no volver a alcanzar las alturas históricas de la temporada pasada. Además, la inminente resolución del caso de más de 100 violaciones al reglamento de la Premier League podría terminar de sepultar al club.
Algunas razones del colapso han sido fortuitas. La lesión de Rodri en septiembre desestabilizó al equipo. Perder a un Balón de Oro en la base del mediocampo dejaría a cualquier equipo debilitado, pero Guardiola nunca encontró una solución. Sin un reemplazo adecuado ni ajustes tácticos efectivos, el City perdió el equilibrio y nunca lo recuperó.
Atribuir toda esta debacle a la lesión de Rodri sería simplista. También hay un problema generacional. Muchos de los pilares del City están envejeciendo. Sus aparentes declives coincidieron con la ausencia de Rodri, pero no dependen solo de ella. Al mismo tiempo, jóvenes talentos no han dado el salto esperado, y la defensa ha sido vulnerable justo cuando más expuesta estaba.
Aun así, el City sigue teniendo una plantilla profunda. Es probable que vuelva a competir por la Premier League la próxima temporada. Pero también existe la posibilidad de que esta nueva generación no esté a la altura de la anterior, que Rodri no recupere su mejor nivel o que Guardiola decida marcharse antes de lo esperado.

Y luego está la amenaza de las sanciones de la Premier League. Si el City es encontrado culpable, las consecuencias podrían derrumbar su imperio. Aunque su riqueza le permitirá seguir compitiendo, hay una posibilidad real de que nunca vuelva a ser tan dominante. El imperio se está derrumbando justo enfrente de nuestras miradas y poco, sino nada, podemos hacer para detener esta caída.
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