El mejor equipo del fútbol salvadoreño y el único que ha dado la cara en la Copa Centroamericana está en San Miguel. Los aguiluchos mandan en la competencia local y tienen la clasificación a los anhelados cuartos de final del torneo regional al alcance de la mano.
Líder en ambos torneos (en la Copa, en su grupo) le falta ponerle la cereza a la clasificación internacional el jueves en Panamá ante un ya eliminado Independiente de La Chorrera. Águila, con un empate está automáticamente adentro y hasta podría clasificar aún perdiendo, todo dependerá del juego entre Antigua y Olimpia, que juegan el mismo día pero dos horas más tarde.
OPINIÓN: El esforzado deportista olímpico de El Salvador
Si consigue pasar, cortará la mala racha de los equipos nacionales en torneos de Concacaf. Esta vez en este torneo, El Salvador mostró otra cara: Alianza y Firpo tuvieron dignas actuaciones en C.A. pero ambos quedaron sin chances.
Águila tiene todo para seguir adelante: un plantel muy completo para el medio (más allá de la salida de Carlos Salazar, reemplazado por Edgar Medrano), orden táctico y jugadores en alto nivel: lo de Melvin Cartagena es extraordinario (su gol merece tener chances en el Premio Puskas de la FIFA), Santos Ortíz, Darwin Cerén, la curiosidad de tener dos porteros en gran estado como Benji Villalobos y Víctor García. Y lo más importante: confianza. El fútbol suele definirse también por los estados de ánimo. Y Águila hoy está dulce, en sintonía ganadora.
Más allá de la sorpresiva consistencia y regularidad del Cacahuatique -hoy, el inesperado escolta- los emplumados también se consolidan como el mejor equipo del Apertura nacional.
Ayer, con muchos suplentes, fue más que el Platense y la diferencia de jerarquía quedó establecida en los 90 minutos aunque recién definida en el final. Nada mejor que la confianza por las nubes para dar el salto a nivel internacional.