Pasaron unos nuevos Juegos Olímpicos y queda la certeza que ya es habitual cada cuatro años: El Salvador está muy lejos de las potencias del mundo del deporte y de los podios olímpicos.
Pero esto no es nuevo ni reciente, por el contrario es una evidencia histórica en el olimpismo nacional, con dos claras excepciones: Maureen Kaila Vergara, ciclista nacida en Estados Unidos, quien fue quinta en la prueba por puntos en Atlanta 96, quien se hubiese convertido en leyenda si una caída no la privaba del oro cuando iba primera cerca del final.
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Y la actuación más reciente y recordada de Luisa Maida en Beijing 2008 cuando fue finalista y terminó octava en tiro deportivo 25 metros. Hoy es el único diploma olímpico que existe dentro del territorio de El Salvador.
La juventud y el talento de Jairo Moreno (22 años, judo), Uriel Canjura (23, bádminton) y Bryan Pérez (24, surf) se presentan como las cartas fuertes que tiene hoy el deporte salvadoreño y un porvenir alentador.
También está Israel Gutiérrez con sus 32 años en un deporte como el tiro. Depende de ellos y de los aportes que puedan recibir –estatales y privados- para que se puedan desarrollar y seguir creciendo. El roce internacional y la experiencia en eventos de altos kilates es la llave –además de los cuidados y la preparación, está claro- para rendir mejor en la justa olímpica.
Solo un dato deja expuesto el nivel de unos Juegos Olímpicos: Israel Gutiérrez hizo mejor puntuación aquí que cuando ganó el oro en los Juegos de San Salvador 2023 en 50m. rifle tres posiciones. De 448 puntos en CA y Caribe subió a 576 en Olímpicos, pero solo le alcanzó para ubicarse en el puesto 40 de 44 participantes en París. Otro mundo.
Cuando Luisa Maida, después de su competencia en Beijing en 2008, contó que su pistola estaba vieja y desfasada, que no tenía punto de comparación con la de sus rivales y que sus fogueos no eran los adecuados, solo mostró la realidad. Lo decía en tono normal, sin tono de queja o excusa. Un gravísimo error del COES y del Indes en aquellos momentos fue no darle toda la estructura y el apoyo necesario para poder competir al más alto nivel.
¿Quién más lo merecía que ella si tenía chances reales de mejora y podio? Pero no fue así. ¿Qué pasó? Luisa se alejó de la actividad deportiva y El Salvador volvió a perder…
