Alianza dio una enorme muestra de carácter en el partido más bravo del año. No hay hoy escenario más intimidante en el fútbol salvadoreño para un equipo que el Quiteño abarrotado como estaba la noche del sábado. A tope y hasta más. Pero Alianza lo sorteó, primero con actitud, y luego con buen fútbol, orden y dos goles de hermosa confección.
Fue la mejor noticia para el equipo del colombiano Lara de cara a su compromiso internacional del martes en el Estadio Cuscatlán. En la Liga de Campeones de Concacaf, se viene el Philadelphia Union de la MLS y que mejor que ganarle al campeón nacional, en su casa y ante un marco de público imponente para llegar con la mejor cara al compromiso que marcará si está en condiciones de dar el esperado y esquivo salto de calidad internacional.
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El escenario ideal para los partidos en Santa Ana era el nocturno. No hacía falta semejante convocatoria para demostrarle -una vez más- a los responsables del estadio que la iluminación es prioridad en estos escenarios. A todas luces faltaban luces para vivir una fiesta que tuvo su mancha con las pedradas al bus aliancista. Otra vez, casi un deja vú.
Aquí no valen las excusas ¿Se equivocó Henry Romero con sus gestos? Si. ¿Se equivocó Alex Larín con su posteo en redes?Si. ¿Es justificación para semejante agresión? No, en absoluto.
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El martes los albos llegan líderes y en buen estado de forma aunque con bajas fuertes. Veremos de qué está hecho ante un rival que llega de perder ante el Inter Miami pero que venía dulce con dos goleadas consecutivas previas (a Colorado Rapids y Columbus Crew). Todo está servido para otra noche mágica.