El Partizán de Belgrado jugará a puerta cerrada su próximo partido de competición europea, tras la sanción impuesta por la Comisión de Control, Ética y Disciplina de la UEFA por el comportamiento discriminatorio y racista de sus aficionados en su encuentro de la Liga Conferencia frente al Nordsjælland danés.
La UEFA anunció este viernes las últimas decisiones de su órgano disciplinario, que incluyen el cierre del estadio del club serbio durante un partido y otro condicionado durante un periodo probatorio de dos años, por los incidentes registrados frente al conjunto danés en el que el Partizan cayó eliminado.
Junto al equipo serbio, la UEFA sancionó igualmente, por incidentes en partidos de la Liga Conferencia, a tres clubes austríacos, el Austria Viena, con el cierre parcial de su estadio en su próximo compromiso, y el Lask y el Rapid de Viena, con la prohibición de vender entradas a sus aficionados en su siguiente choque a domicilio.
Estas sanciones, junto a diversas multas económicas, por lanzamiento de objetos, encendido de bengalas y daños causados por sus seguidores en el recinto, además de la emisión de mensajes ofensivos y conducta impropia del equipo en el caso del Rapid, están también condicionadas durante un periodo de prueba de dos años.
La comisión disciplinaria de la UEFA sancionó además a la Federación de Bosnia y Herzegovina con 20.000 euros de multa y la prohibición de vender entradas a sus aficionados para su próximo partido como visitante por lanzamiento de objetos y encendido de bengalas en el partido de clasificación para la Eurocopa sub'21 de su selección contra la de Austria.