No es la primera vez que el luto empaña los eventos deportivos relacionados al equipo Alianza, pero la tragedia de la noche del sábado 20 de mayo ha sido la más mortal en la historia del equipo.
A las 10:00 de la noche la Secretaría de Prensa de la Presidencia aseguró, a través de su cuenta de Twitter, que 12 personas habían muerto en la tragedia en el estadio Cuscatlán, durante el partido de cuartos de final entre Alianza y FAS.
Mientras el vocero de Comandos de Salvamento, Carlos Fuentes, informó que a unas 500 personas se les brindaron primeros auxilios en el área de sol general.
Asimismo Fuentes aseguró que al menos 100 personas lesionadas fueron trasladadas hacia diferentes centros asistenciales tanto de la red hospitalaria pública, como del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), datos que fueron confirmados más tarde por el ministro de Gobernación, Juan Carlos Bidegaín, durante una conferencia de prensa.
De forma preliminar, sólo minutos después de la estampida mortal, el director de la PNC, Mauricio Arriaza Chicas, señaló la sobreventa de boletos, como la causa principal de la tragedia. Este discurso fue reforzado por los funcionarios del ministerio de Gobernación, quienes brindaron la conferencia de prensa.
Sobrevivientes señalaron que a los 10 minutos de haber iniciado el partido la desesperación de un grupo de unos 500 aficionados aliancistas por ingresar al estadio hizo que derribaran un portón, lo que terminó en tragedia.
Otros aficionados denunciaron que agentes de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO) les tiraron gases lacrimógenos para contener la arremetida de las personas que intentaban entrar al partido.
Esto fue negado por las autoridades de la Policía Nacional Civil (PNC), quienes indicaron que el humo de la pólvora también pudo haber afectado a las personas que se reportaban asfixiadas en la aglomeración.
Este es el último de tres eventos trágicos en los que se han visto involucrados aficionados del equipo albo.
Explosión mortal
El 7 de marzo de 2004, otra tragedia afectó a los aficionados del Alianza. En esa ocasión, una persona murió y unos 40 resultaron lesionados por una explosión de pólvora, dos minutos antes que iniciara el partido del torneo Clausura 2004 entre Alianza y San Salvador, en el estadio Jorge “Mágico” González.
La víctima mortal fue identificada como Jesús Esteban Montano Durán, de 24 años, aficionado de Alianza e integrante de la barra denominada “Fiel Blanca”, mientras que los heridos, entre ellos cuatro menores de edad, fueron trasladados a diferentes hospitales por la Policía y cuerpos de socorro.
En los graderíos del estadio se encontraban muchos niños, debido a que la dirigencia aliancista había hecho una promoción regalando zapatos de fútbol a los primeros 400 niños que ingresaron acompañados de un adulto.
El encuentro deportivo fue suspendido tras la potente explosión en los graderíos del estadio donde se encontraban los seguidores del equipo albo. De forma preliminar, la Policía informó que el material que habría ocasionado el estallido pudo tratarse de clorato de potasio y benzoato de sodio, el cual era utilizado por las barras para hacer humo y animar los partidos.
Esto a pesar de que para esa época, ya estaba prohibido el uso de productos pirotécnicos en los estadios. Extraoficialmente se manejó que por el diámetro de la explosión, utilizaron un promedio de 30 a 40 libras de mezcla de clorato de potasio y benzoato de sodio.
El presidente de la Federación Salvadoreña de Fútbol (Fesfutbol) en ese momento, Humberto Torres, calificó el hecho como "un incidente aislado".
Otro estallido de pólvora
El 7 de abril de 2013, de nuevo, la mala manipulación de la pólvora causaron dos explosiones que dejaron ocho personas lesionados y daños en los graderíos del sector de Sol en el estadio Cuscatlán, durante un partido entre Alianza y FAS.
Por el percance fueron detenidos Menfis Rodríguez, Carlos Morales y Hernán González, señalados como responsables del hecho.
La Fiscalía General de la República (FGR) los acusó por los delitos de desórdenes públicos y lesiones.
Sin embargo, siete días después el Juzgado 13 de Paz de San Salvador los dejó en libertad debido a la debilidad de los indicios de pruebas presentadas por la representación de la FGR.
La fiscal del caso detalló que los imputados tenían como antecedente cinco procesos de haber participado en actos similares