El extenista alemán Boris Becker fue declarado culpable, este viernes en Londres, de cuatro de los 24 cargos que pesaban en su contra vinculados con su bancarrota. El tribunal fijó para el 29 de abril una vista en que se pronunciará su condena.
Exnúmero uno del mundo y ganador de seis torneos de Grand Slam fue juzgado por hechos relacionados con su bancarrota personal, ligada a un préstamo de 3,5 millones de euros (unos 3,8 millones de dólares) concedido por el banco privado Arbuthnot Latham para financiar una propiedad en Mallorca.
Un jurado del Tribunal de la Corona de Southwark, en el sur de Londres, lo declaró culpable el viernes de sustracción de bienes, no revelación de patrimonio y ocultación de una deuda. El alemán, de 54 años, se declaró en quiebra en junio de 2017 en Londres y fue acusado de incumplir sus obligaciones de divulgación de información, en particular la bancaria, cargos que él negó.
También se le acusa de no entregar a sus acreedores nueve trofeos y medallas de su ilustre palmarés en el circuito profesional. Primera raqueta del mundo en 1991 y oro olímpico en Barcelona 1992 en dobles, Becker vive en el Reino Unido desde 2012 y trabaja ahora como comentarista deportivo para la televisión.
Durante el juicio, iniciado el 21 de marzo, afirmó que algunos de sus premios habían desaparecido y aseguró que los entregaría si supiese dónde estaban. Entre los nueve galardones que reclaman sus acreedores figuran tres copas de Wimbledon, dos trofeos del Abierto de Australia y su medalla de oro olímpica. Becker ganó su primer Grand Slam en la hierba de Wimbledon en 1985, con sólo 17 años. Ya había subastado parte de sus premios por 700.000 libras (910.000 dólares) para pagar algunas de sus deudas.