El exjugador y ahora comentarista en Los Ex Del Fútbol, hizo un extenso análisis sobre el partido que presentó la Selecta nacional en Granada, a donde a duras penas y en el cierre logró empatar a dos tantos para manterse en línea a lograr el boleto a la Copa Oro.
Y es que esta Copa de Naciones de la Concacaf, evento por el que se enfrentó a Granada en el estadio Cuscatlán (3-1) y de visita, la tarde del martes (2-2), ese empate supo a derrota.
"Creo que era un partido para tener un parado un poquito más arriba, para ser más vertical de lo que fuimos aquí en El Salvador porque sabíamos que Granada tenía que salir a ganar si quería tener alguna posibilidad de clasificar. En ese aspecto, el último cuarto de cancha, los extremos, y el 10, digamos, le falto un poco de vértigo", dijo Emiliano Pedrozo, exfutbolista y entrenador en el país en el programa Los Ex del Fútbol.
"El chico Calvillo siempre me pareció un jugador interesante, pero el fin de semana y hoy (martes por la noche) vi un jugador que tenía un poco de temor de romper la línea. Tuvimos un momento en el partido, en el primer gol y algunas jugadas más que, cuando fuimos rápidos, en el uno contra uno, Denis Pineda ganó varias veces, Joaquín Rivas tiró dos centros interesantes, pero siempre nos faltó el acompañamientos. Y se vio en el segundo tiempo que el nueve, que era Bonilla, tuvo que salir demasiado del área para ver si podía entrar en juego y ver si podía obtener alguna situación de peligro", sostuvo.
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Para el también entrenador en FAS en el pasado, "en líneas generales creo que el equipo estuvo ordenado hasta que Granada estuvo ordenado. Cuando ellos rompieron el partido, con las limitaciones que tienen, nos pusimos a correrlos a ellos, y dejamos mucho espacio en el centro. Creo que, entre otras cosas, el jugar con doble contención nos jugó en contra porque cuando sacamos a Chicho del centro de la cancha, donde se siente más cómodo, podíamos tener problemas. Se vio en varias partes del partido que Chicho tuvo que ir a cortar, a auxiliar a los volantes por los costados, y Granada recibía solo en el medio. Esto tenía que ver con que en el último cuarto de cancha, sobre todo con los extremos, nos faltó uno contra uno, romper líneas. Si bien Landaverde tenía que tratar de romper líneas para encontrar un espacio, obviamente quedaba Chicho sin una rueda de auxilio", acotó.
Mención aparte lo de Ronald Rodríguez, a quien le ganaron la espalda en varias ocasiones y tuvo mucho que ver en los goles. "Es preocupante lo de Ronald Rodríguez, y el miedo que teníamos todos, o al menos cuando hablábamos los Ex del Fútbol fuera de micrófono era eso, que no fuera a la Liga que nosotros esperábamos para que pudiera crecer, y se notó la falta de competencia. Obviamente cuando estaba en Águila, en la Liga Nacional tenía mucho más ritmo, más confianza. Se vio un jugador que dudó mucho, que parece que le falta ritmo".
Aparte de ello, Emiliano analizó la conformación del grupo para estos partidos y notó un problema. "Teníamos casi 6 centrales en la banca y ningún lateral derecho, pero entiendo que viajó Kevin Menjívar, que es extremo por naturaleza, tal vez no quiso arriesgar ahí. Jairo Henríquez, en Chalatenango, que fue donde él vuelve a la Selección Mayor, jugó de lateral derecho. Y pusimos a Lisandro Claros, que juega o de central, o de volante central, y lo metimos a la banda, y tuvimos muchos problemas, primero para atacar, y después en el retroceso también; Lisandro no es un jugador que se podría decir rápido. Cuando sacamos a los jugadores de su lugar donde se sienten más cómodos pueden rendir mejor, o pueden pasar estas cosas", sostuvo.
Además, para Emiliano, "los cambios se esperaron muchos, parecería que el cuerpo técnico está más preocupado en hacer un partido correcto contra Estados Unidos que en terminar de sellar el pase (a Copa Oro), creo que en el momento que el partido se había roto, y empatezamos a saltar líneas porque vimos que por abajo no se podía, era de, por lo menos, probar unos cinco o seis minutos, si Gil podía jugar a la par de Bonilla para que este se quedara más cerca del área, y Gil, con su frescura y juventud, pudiera corretear más a los jugadores de Granada, mantenerlos más cerca de su área, y no permitirles que salieran tan fácil con unos centrales que, a mi me parece que, para llevar la pelota eran limitados. En los goles, el chico Romero no tuvo nada qué hacer", concluyó Emiliano.
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