El actual técnico de la selección salvadoreña, el español David Dóniga Lara, habló largo y tendido sobre los hermanos Gil, específicamente de Brayan y Mayer, quienes ha tenido actitudes irrespetuosas en el pasado en diversas concentraciones con el entrenador principal de la azul y blanco y algunos de sus compañeros.
"Hay que darle valor a las personas que quieran estar, no de las que se quieren servir de la selección para sus interés personal. No sé si merece mucho espacio. Yo simplemente te digo que los hermanos Gil son futbolistas que han venido a la selección por unas condiciones y a la selección no se le condiciona. A la selección se viene cuando te llaman y se viene llorando de alegría. Sé de países que cuando la convocatoria se da por televisión los jugadores la ven por familia. No puedes tener a futbolistas que te marcan las condiciones que no he firmado con nadie", afirmó Dóniga en el podcast de Fernando Palomo, Nos ponemos las pilas.
"Habría que hablar con los que firmaron esas condiciones y también con los entrenadores anteriores que estuvieron con ellos. Eso te lo digo con todas las de la ley porque esto es así. Las condiciones de jugar primero, de venir los tres juntos. Si no se pueden los tres, dos. Yo convoco a los que yo entiendo que pueden aportar. Cuando llegue, yo pensaba que dos de ellos podían aportar, tanto al nivel de su competición como por el rendimiento que estaban teniendo", contó el seleccionador nacional europeo.
"Siempre tienes la ilusión como entrenador de poder rectificar porque te dicen 'con otros entrenadores han tenido faltas de respeto, con otros compañeros han tenido faltas de respeto y en otras concentraciones han tenido faltas de respeto' y tú sientes que contigo no la van a tener. Como decimos en España, la cabra tira al monte. Cuando alguien es así con todos es de ser iluso", agregó.
Dóniga recordó que en la fecha FIFA de marzo en la que El Salvador tenía programados tres amistosos en Estados Unidos (vs Bonaire, Argentina y Honduras) convocó a Mayer y Brayan Gil. "Mi asistente y yo estábamos en la Villa esperando a que llegarán porque iban a viajar con nosotros. Tenían que resolver un tema de visados a Estados Unidos. Lo primero que hicieron nada más llegar fue evitarnos y en el momento que pudieron se escaparon sin saludarnos. No es la mejor manera de encontrarte con el entrenador que te ha llamado con ilusión y un entrenador que con su asistente te iba a invitar a comer", dijo Dóniga.
"Se les puso a un preparador físico a disposición toda la semana y se rehusaron trabajar con él porque no les apetecía. No les gustaba. Todo eran problemas. Les recibimos con cariño, les sentamos en nuestra habitación y les dijimos 'aquí estamos, por fin vamos a trabajar juntos'. Nos confesaron que se habían ido. No puedes dudar mi palabra", añadió.
A pocas horas del partido en Houston ante Honduras, Dóniga dijo que "pues como el menor de los hermanos Gil no estaba en la alineación titular saboteó el entrenamiento. Desapareció, apareció, se fue de un lugar a otro, no calentó, estuvo merodeando cerca de los compañeros para parecer que él estaba, pero a la vez que se viera que no".
El nacido en Torrejón de Ardoz declaró en la charla con Fernando Palomo que "a mí que un jugador (Mayer Gil en este caso) que llamó con ilusión, que es primera vez que contactó con él y que lo trató con un respeto absoluto me falte respeto a mí y a sus compañeros me parece una gravedad tan grande. Bastante poco pasó para que yo por la tarde para no montar un quilombo y no generar un problema mayor se lo comuniqué a los capitanes y decidimos que todo fuera normal. Al final, jugaron los dos. Uno fue titular (Brayan) y el otro fue suplente (Mayer). Jugó minutos, se despidió. Mayer me pidió disculpas y se despidió con ese respeto. Eso no quiere decir que no sea una falta grave. No se puede dejar pasar. El grupo está por encima de todo. Nadie tiene el derecho a hacer ver a los demás que es alguien superior. Se pasó de la raya y a veces es eliminatorio".