Histórico partido el de esta noche en El Salvador. El Santa Tecla y el Firpo protagonizaron un empate a tres goles con un tiempo para cada uno.
Tres goles de Matheus Da Silva dejó a los pericos con un punto que le sabe a poco en sus aspiraciones por salvar la categoría de la Primera División. Ahora, los dirigidos por Juan Ramón Sánchez están a siete unidades del Platense.
Los dirigidos por Juan Ramón Sánchez volvieron a demostrar sus ganas de querer mantenerse un año más jugándole de tú a tú, pero los de Gabriel Álvarez no se rindieron y se van a casa con una sonrisa de oreja a oreja.
Un show de fuegos artificiales le dio la bienvenida al Santa Tecla en su regreso al Estadio Nacional Las Delicias, donde no jugaba desde hace mucho tiempo. Luego de muchas semanas hubo acuerdo con el Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador (INDES) para volver a casa.
Ambas barras acompañaron a sus equipos en buen número. Desde el pitazo inicial, "La Pericada" y "La Furia Pampera" empezaron su fiesta en las gradas con instrumentos musicales y cánticos. La alegría incrementó del lado de los locales y disminuyó con los visitantes poco a poco. Los verdes salieron decididos a buscar la portería rival.
Así, en el lapso del primer tiempo, el Santa Tecla dejó el partido sentenciado con un zurdazo de Andrés Rivas (16'), un derechazo de Allan Ocón (24') y un cabezazo de Mario Martínez (38').
Los tres goles tuvieron un denominador común: juego combinativo con pases correctos al compañero. Los futbolistas de Santa Tecla se llevaron una lluvia de aplausos antes de la charla del medio tiempo.
Ni 30 segundos habían pasado de la parte complementaria cuando el portero Wilberh Hernández evitó el gol del argentino Gonzalo Tarifa. Firpo no se quedó de brazos cruzados, reaccionó y le puso emoción al juego al descontar a través del brasileño Mateus Da Silva (52' y 88', penalti).
El tiempo se convirtió en el peor enemigo de los toros, pero pudo salvar un punto milagroso en el agregado con un penalti convertido por Da Silva al colombiano Jefferson Sierra, que se puso los guantes por la lesión de Rauda.